El Marbella FC inició el pasado miércoles los entrenamientos para preparar la nueva temporada del grupo cuarto de Segunda B que dará comienzo el próximo 25 de agosto, una campaña que se presenta más ilusionante que nunca por dos principales motivos. En primer lugar, da mucha confianza la continuidad de la mayor parte del bloque del equipo de la pasada temporada que, dirigido magistralmente por David Cubillo, realizó una segunda vuelta espectacular partiendo desde la zona de descenso hasta alcanzar el séptimo puesto clasificándose para la Copa del Rey y dejando la sensación de poder aspirar a meterse en el play-off si la liga regular hubiera durado un poco más.
Y en segundo lugar, también ilusiona mucho la calidad de los fichajes que el club local está haciendo para reforzar ese bloque de jugadores que tan buenas sensaciones dejó hace apenas dos meses. Y es que, a falta de la más que previsible llegada de un jugador de nivel top para cerrar la plantilla, los fichajes realizados hasta el momento siguen en la línea de los refuerzos que se hicieron en el mercado invernal, es decir, jóvenes jugadores de imparable progreso por un lado, y jugadores contrastados con experiencia en Segunda B, e incluso en superior categoría, por otro.
Ahora la plantilla blanquilla, prácticamente cerrada y a la espera de la guinda del pastel, ya está inmersa en los entrenamientos más físicos de la pretemporada disponiendo del número de jugadores y del tiempo necesarios para preparar lo mejor posible el primer partido de la temporada, que se jugará en Talavera de la Reina, una ciudad que volverá a recibir a los marbellíes cuatro meses después de su incontestable victoria por 0-3, que ya empezó a desatar la ilusión por el futuro del equipo de cara al nuevo curso. Pero antes del debut liguero podremos ver las evoluciones del equipo local en los amistosos de pretemporada, uno de ellos ya confirmado ante la UD Almería el próximo 4 de agosto.
