El ciclista local Luis Ángel Maté ha sido el gran protagonista de la Vuelta a España en sus cuatro primeras etapas, las más especiales para él por haber recorrido sus habituales lugares de entrenamiento en la provincia de Málaga y también en parte de la de Granada. En la salida de la ronda española ya fue el centro de atracción por su condición de malagueño, aunque la contrarreloj inicial por las calles de la capital provincial no fuera precisamente su especialidad. Pero en la segunda etapa, la que salió desde Marbella, aprovechó su conocimiento del terreno para meterse en la fuga del día y lograr el maillot de la montaña tras imponerse en unos puertos tan familiares para él como por ejemplo el puerto de Ojén.
Un día después, en la etapa entre Mijas y Alhaurín de la Torre, Maté volvió a entrar en la fuga y afianzó su liderato en la clasificación de la montaña puntuando en los puertos de la Serranía de Ronda y la Sierra de las Nieves que tan bien conoce. En esta tercera etapa, además, tuvo el placer de recorrer otra vez nuestra ciudad en los primeros kilómetros circulando por su interior. Y en la cuarta etapa, que terminaba en el primer gran puerto de esta Vuelta en la localidad granadina de Alfacar, logró retener el maillot de la montaña y terminó cuarto en la meta tras colarse en la fuga triunfadora del día.
Su gran actuación le permitió también ganar el premio de la combatividad en esta última etapa y en la segunda gracias al voto de los seguidores de la ronda nacional, que supieron reconocer su inmenso esfuerzo. Después de estas etapas cerca de casa, Maté acabó totalmente satisfecho pero no renuncia a conseguir una victoria de etapa y espera sobre todo poder ayudar a su equipo en el mismo objetivo durante el resto de la Vuelta.
