Llegaba el ansiado día, para el debut en la categoría de plata del rugby nacional. Todo estaba preparado para ser un gran día de rugby y una fiesta para el deporte. Casi lleno en las gradas, con más de las dos terceras partes del aforo. En la cancha, dos conjuntos, que nunca antes se había enfrentado en competiciones oficiales, en categoría senior. Los locales querían comenzar con una victoria, frente a su afición, pero no pudo ser. Los visitantes demostraron ser un equipo más experimentado y más conjuntado. El transcurso del partido tuvo dos mitades bien distintas. Una primera, en la que los marbellíes, si bien no tenían un total dominio del partido, sí que lo controlaban con cierta holgura. Cada vez que visitaban campo contrario, era con peligro, pero sin acierto anotador en la zona de ensayo contrario. Tan solo Ignacio Molina, pudo conseguir una marca para su equipo. No obstante, la falta de disciplina de los madrileños en el juego, permitía a los marbellíes salir con puntos, gracias al acierto de Andrés Marolla con los tiros a palos.
Redacción
Por el contrario, los visitantes supieron tirar de oficio e ir enjugando las diferencias, aprovechando los dos únicos errores defensivos de la zaga local, para anotar dos ensayos. El segundo, casi en las postrimerías del primer tiempo, cuando casi se mascaba llegar al descanso con una cierta ventaja en el marcador. Finalmente, al descanso se llego con una mínima ventaja para los costasoleños (13 – 10).
En la segunda parte, más o menos se siguió con el mismo guión. Los marbellíes creaban ocasiones de peligro, pero no lograban ensayos. Tan solo el acierto a palos de Andrés, mantenía a los suyos en el partido. Por su parte, los madrileños contaban casi sus ocasiones, por aciertos. Al meridiano de la segunda mitad y con veinte minutos aún por jugar, el marcador reflejaba un igualado 19 a 20. Los marbellíes tenían un juego abierto más peligroso, que los madrileños. Estos conocedores de este hecho, supieron jugar mucho mejor estos últimos minutos, aprovechando su mayor potencia en la delantera. Cerrando el juego, cuando estaban en posesión del balón, con mucho juego de “pick and go”.
Dos nuevas marcas y un jugador menos en las filas locales, por una expulsión temporal de un jugador blanquiazul (reiteración de faltas de equipo), a lo que añadir, el lógico bajón físico después de tanto desgaste; dio la puntilla a un partido jugado de tu a tu a uno de los clásicos del rugby nacional. Que demostró, porque quedaron cuartos en la liga la temporada pasada. Por su parte, el conjunto del Trocadero Marbella demostró que está en el camino. Le falta mejorar en muchos aspectos, pero esto no ha hecho que comenzar. Al final del partido, el numeroso público supo agradecer el derroche de ambos conjuntos.