Los más bochornosos recuerdos del faranduleo gilista volvieron a la cabeza de muchos marbellíes cuando el 3 de junio de este año la unidad ecuestre de la Policía Local escoltó a unos novios en su paseíllo hasta el Ayuntamiento, una pareja que además resultó tener vínculos directos con el alcalde de la ciudad, José Bernal, ya que el novio se trataba de uno de los miembros de la candidatura socialista que el ahora regidor encabezó en mayo de 2015. Unos hechos que no pasaron desapercibidos y que llevaron de vuelta el nombre de Marbella a la prensa nacional por hechos que recordaban a la etapa más oscura de la ciudad. El Partido Popular, en sus labor de oposición remitió los hechos a Fiscalía, que ha determinado proceder a la incoación de diligencias de investigación penal, tal y como reza el escrito del Ministerio Público, que señala además que los hechos pudiesen ser constitutivos de ilícito penal, por lo que se remitirán los mismos al Juzgado Decano de Marbella para que asigne al órgano judicial competentes y se incoen y practiquen las diligencias que se estimen oportunas.
B. Sánchez
Unos hechos por los que la formación popular exigió que se analizase la responsabilidad del alcalde de la localidad, José Bernal, máximo responsable de la Policía Local de la ciudad, el concejal de Seguridad, Javier Porcuna, y el jefe del cuerpo -pendiente de finalizar su comisión de servicios en la ciudad-, José Andrés Montoya.
La denuncia recoge además del uso de esta unidad a caballo, la de escoltas uniformados de gala, así como la indebida utilización del estacionamiento de ‘carga y descarga’ sito en la calle Huerta Chica de Marbella, a la altura de un conocido restaurante de la localidad, con el fin de que fuera utilizada por dos vehículos de la comitiva nupcial remitida anteriormente, y ello en contra de la normativa municipal y sin ningún tipo de autorización vigente, prevaliéndose de la condición de autoridad para favorecerlo, según recoge el decreto del Fiscal Jefe.
EL ‘PONCIO PILATO’ DEL EQUIPO DE GOBIERNO
Tras los hechos el equipo de Gobierno cargó la responsabilidad a la propia Policía Local, como si de Poncio Pilato se tratase, Javier Porcuna, portavoz del equipo de Gobierno y responsable del área de Seguridad, señaló que ni él, ni el alcalde tenían conocimiento de la utilización de estos caballos para el enlace -pese a que fue el propio Bernal quien ofició la boda y a la que acudieron miembros del Ayuntamiento-.
Pero Porcuna no sólo libró de responsabilidad al alcalde además de a sí mismo sino que cargó la culpa directamente a Montoya “el uso de los caballos no se consultó. Fue una decisión del jefe de la Policía Local que no pasó por mí ni por el alcalde”.
Además desde el ejecutivo local se remitió un comunicado de prensa, el mismo que día que los hechos trascendieron a la opinión pública en el que apuntaron que la asistencia e indumentaria de gala de los agentes municipales que escoltaron a los novios fue “voluntaria”, destacando que es usual que si los contrayentes están relacionados con algún cuerpo de seguridad, vayan ataviados con el traje de gala.
Un comunicado que llamó la atención porque ningún concejal se hizo responsable de lo que allí ponía sino que se hizo referencia de forma general sin remitirse a palabras de ningún miembro de la Corporación.