El vandalismos ha vuelto a hacer mella en el patrimonio de la ciudad. Si hace unos meses una de las joyas arqueológicas del municipio sufría un expolio, la villa romana de Río Verde, hoy la afectada ha sido la ermita de la Iglesia del Calvario, cuya fachada ha aparecido llena de pintadas. Pero las manchas de pintura en las paredes externas del edificio no han sido las únicas afectadas, también han sufrido un importante deterioro algunas de las estaciones del Via Crucis de Cristo que están representadas desde el templo hasta la llegada a la ermita. Según denunciaban algunos vecinos de esta zona, la correspondiente a la décimo cuarta estación ha sido la más afectadas al respecto, donde el rostro de Jesucristo quedaba totalmente desfigurado, y la capa de metacrilato llegaba incluso a desaparecer.
Ante este hecho, los vecinos reclaman al equipo de Gobierno mayor control en la preservación de estos históricos edificios, dada su importancia cultural ¿Qué hacen nuestras autoridades responsables de la vigilancia y cuidado de nuestro patrimonio», lamentan los vecinos, a tenor de lo ocurrido en la ermita del Calvario, cuya iglesia cuenta con más de cuarenta años en su haber, y es una de las más relevantes del municipio, siendo además sus imágenes de las más veneradas en Semana Santa.
Y es que hay que recordar que la Villa Romana de Río Verde carecía de videovigilancia hasta hace un mes, una medida de seguridad que quizá podría haber evitado el robo del mosaico de la medusa.
De ahí que los vecinos reclamen al tripartito mayor vigilancia para el patrimonio de la ciudad, que evite que se sucedan actos como el que ha ocurrido en la ermita del Calvario.