Desde la tarde de ayer el baloncestista Carlos Cabezas tiene ya una instalación deportiva a su nombre en su ciudad, Marbella. Se trata del Polideportivo de Bello Horizonte. El actual base del UCAM Murcia estuvo acompañado en este emotivo acto por su familia, muchos jugadores y gente del mundillo del baloncesto.
Iñaki Díez
Fue un acto muy emotivo. En el que la alcaldesa, Ángeles Muñoz, señalaba al baloncestista como «un vecino de los que se le coge verdadero cariño, un vecino al que se le admira por su calidad humana, su humildad y su impecable trayectoria deportiva plagada de éxitos». «Es alguien que siempre lleva a gala el nombre de Marbella».
De esta forma «se le rinde homenaje de la mejor manera que se le puede hacer a un deportista» como es dándole su nombre a una instalación deportiva, «un lugar», explicaba Muñoz «donde cada día vendrán niños a entrenar y jugar soñando en algún día convertirse en alguien como él».
Carlos Cabezas tiene un palmarés envidiable 5 oros con España, Liga ACB, Copa, Copa Korac, tercer puesto en la Final Four de Atenas con Unicaja, entre otros muchos. La alcaldesa señalaba que «Carlos es el único jugador de la llamada generación de oro que ha ganado todas las finales que ha jugado con España».
Cabezas lleva la pasión por el mundo del baloncesto, por su padre Carlos, ingresó en las filas del CB Marbella siendo un niño. A los 14 años se enroló en las categorías inferiores de Unicaja Málaga donde a través del tesón y del trabajo comenzó una fructífera carrera profesional.
La primera edil explicaba que «a pesar de sus éxitos nunca ha olvidado sus orígenes y ha hecho de Marbella una bandera que hondear por la interminable lista de países por los que ha jugado, él ha sido profeta en su tierra».
Por su parte el jugador, Carlos Cabezas, tuvo siempre una palabra en su boca «gracias a todo el pueblo de Marbella». Él mismo señalaba que «es un día especial para mí y estoy emocionado por este reconocimiento». Lo que puedo decir siempre es que estoy muy orgulloso de ser «malagueño y de haberme criado en Marbella, de haberla llevado por todo lo alto».
Según el baloncestista es algo «que siempre lo he hecho con mucho orgullo porque la verdad es que Marbella es un paraíso donde mucha gente viene a pasar sus vacaciones o incluso a vivir». Concluyó diciendo que es un «honor contar con un Pabellón a mi nombre donde podré venir a jugar con los chicos, transmitirle mis experiencias o el poder hacer algo en el futuro». «Para mí es algo impensable que nunca hubiera imaginado de pequeño y me siento muy orgulloso y muy agradecido».
