Diego López, teniente de alcalde, lidera una moción institucional que denuncia la dejadez del Ejecutivo de Pedro Sánchez ante una emergencia ambiental y económica
El Ayuntamiento de Marbella ha dicho basta. En un contundente pleno celebrado el pasado viernes, el Consistorio aprobó una moción institucional, defendida con firmeza por el teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, Diego López, para exigir al Gobierno de España que reinvierta íntegra y exclusivamente en Marbella los casi 2,6 millones de euros que el municipio abona anualmente en concepto de canon por la ocupación del dominio público marítimo-terrestre. Una cantidad millonaria que, año tras año, desaparece en Madrid sin traducirse en ninguna mejora para el litoral marbellí.
“Pagamos como capital y recibimos como aldea. Marbella no puede seguir financiando el desinterés de Pedro Sánchez”, denunció Diego López, visiblemente indignado durante su intervención.
La moción llega en un contexto crítico: playas devastadas por los temporales, toneladas de algas invasoras sin control y un Ayuntamiento que, pese a no tener competencias en costas, asume en solitario el coste de la limpieza, la retirada de residuos y la reposición de arena. Mientras tanto, el Estado, titular de las competencias, brilla por su ausencia.
Emergencia ambiental sin respuesta estatal
La situación, según denunció el edil popular, roza el colapso operativo. Marbella se enfrenta desde hace años a la proliferación del alga asiática Rugulopteryx okamurae, un fenómeno que ya se ha convertido en una emergencia ambiental real. Su retirada diaria requiere maquinaria especializada, personal reforzado y logística intensiva, con un coste económico y ambiental que el Estado ignora por completo.
“No hablamos de un problema menor. Hablamos del corazón de nuestra economía, del principal motor turístico de Andalucía y de miles de empleos en juego. Y, sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez prefiere mirar para otro lado”, sentenció López.
La pregunta que se repitió en el pleno fue clara y directa: ¿Qué hace el Gobierno con los 2,6 millones que le paga Marbella cada año? Porque en las playas, desde luego, no se ve ni un euro. No hay aportes de arena, ni actuaciones tras los temporales, ni retirada de algas, ni medidas de urgencia. Solo silencio, abandono y promesas vacías.

López también recordó la farsa de la reunión entre los dirigentes socialistas locales Isabel Pérez y José Bernal con el ministro Félix Bolaños: “¿Qué se consiguió de ese encuentro? Nada. Solo una foto para redes y titulares vacíos. Ni un euro llegó a Marbella. Ni un proyecto. Ni una solución”.
La moción aprobada incluye cinco acuerdos clave: la reversión del canon de costas en actuaciones directas, la creación de una partida específica para el litoral marbellí, y el uso de fuentes alternativas para los aportes de arena, evitando el expolio de otras zonas. El texto también será remitido al presidente del Gobierno, al Ministerio para la Transición Ecológica, y a todos los grupos del Congreso y Senado.
Pero más allá de lo administrativo, la moción ha sido un grito político por la dignidad de Marbella. “Estamos cansados de excusas. Marbella no es una colonia a la que se le extrae riqueza sin retorno. Queremos justicia, queremos inversión, queremos que lo que pagamos se nos devuelva en forma de servicios y protección”, reclamó López.
El PP de Marbella lidera la defensa del litoral
Con esta moción, el equipo de gobierno encabezado por la alcaldesa Ángeles Muñoz y defendido por Diego López vuelve a demostrar que Marbella no se calla ante el abandono estatal. Mientras el PSOE se limita a justificar la inacción, el Ayuntamiento actúa, mantiene las playas, responde a las emergencias y exige lo que le pertenece.
“No es un debate técnico. Es una cuestión de justicia. Marbella aporta, y lo mínimo que exigimos es que ese esfuerzo no se pierda en los despachos de Madrid”, concluyó López.
El mensaje es claro: Marbella no va a seguir pagando para ser ignorada. Y el Gobierno de España, si sigue sin actuar, se enfrentará a la contundente respuesta de un municipio que ya ha dicho basta.