El Gobierno fulmina la ‘Golden Visa’ y pone en jaque la inversión extranjera en Marbella

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la ley que pone fin a las denominadas Golden Visa a partir de abril, una decisión del Gobierno de Pedro Sánchez que ha generado un aluvión de críticas en el sector inmobiliario y empresarial. La medida, que elimina la concesión de residencia a extranjeros que inviertan más de 500.000 euros en inmuebles, amenaza con frenar la llegada de grandes inversores y supone un golpe directo a la economía de ciudades como Marbella, donde este tipo de comprador ha sido clave para el crecimiento del sector.

Desde el ámbito inmobiliario, la reacción no se ha hecho esperar. “No son clientes de medio millón, son clientes de cuatro, cinco y hasta diez millones de euros. Estos inversores no solo compran propiedades, sino que generan empleo, dinamizan la economía y atraen más riqueza”, denuncian desde el sector inmobiliario de la Costa del Sol. “El Gobierno sigue demostrando su desconocimiento absoluto del mercado y de la importancia de la inversión extranjera para el país”.

Los datos avalan las críticas del sector. En los últimos años, la Golden Visa ha permitido atraer a inversores de alto poder adquisitivo, especialmente de América, Rusia, China y Oriente Medio, que han apostado por España como destino seguro para sus inversiones. Ahora, con la eliminación de este incentivo, muchos de estos compradores podrían optar por otros mercados más atractivos, como Portugal o Grecia, que siguen ofreciendo ventajas fiscales y facilidades para la residencia.

El sector hotelero, por su parte, también alerta de las consecuencias económicas de la medida: “Un extranjero que no viene es un extranjero que no invierte. No solo hablamos de la compraventa de inmuebles, sino de restaurantes, tiendas, servicios de lujo… Es una cadena que mueve miles de millones de euros al año. Sánchez ha decidido cortar el grifo sin pensar en las consecuencias”.

Desde el Gobierno justifican la eliminación de la Golden Visa bajo el argumento de que encarece el mercado inmobiliario y dificulta el acceso a la vivienda para los residentes nacionales. Sin embargo, desde el sector responden que estos inversores se centran en propiedades exclusivas de alto valor, que en nada afectan al ciudadano medio. “Es una excusa más para justificar políticas intervencionistas que dañan la economía”, apuntan expertos en inversión inmobiliaria.

Mientras tanto, en Marbella y otras localidades con alto interés para el comprador extranjero, reina la incertidumbre. Promotoras, agencias y empresarios temen una desaceleración del sector y un posible desvío de capitales hacia otros países con políticas más favorables a la inversión. “España se está cerrando al mundo mientras otros países compiten por atraer riqueza. Es un error que pagaremos caro”.