Ha llegado el día, hoy los alumnos de Infantil y Primaria empiezan las clases, un nuevo curso escolar cuyo mapa educativo no ha cambiado un ápice con respecto al año anterior, una fotocopia de la situación educativa del municipio que deriva en que el curso arranque superando la ratio de alumnos por aula, un número de estudiantes que está establecido por la Ley Orgánica de Educación (LOE) 2/2006 de 3 mayo y que cifra en 25 alumnos para Primaria y 30 para Secundaria. Los colegios de Marbella y San Pedro superan esta cifra y pone de manifiesto la masificación que sufren los centros educativos del municipio, una situación que no es nueva, y que vuelve a repetirse este año. “Los niños vuelven a estar un año más como sardinas en lata, y los que mandan, los que tienen la potestad para solventar esta situación, no hacen nada”, lamentaba a Marbella Directo la portavoz en Málaga de la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Confedampa), Ana María Cruzado, que reiteraba la necesidad de nuevos centros, y sobre todo la ejecución de institutos de Secundaria, al menos dos, uno en Marbella y otro en San Pedro.
Irene Catalán
Hizo hincapié en esta necesidad educativa, teniendo en cuenta que la oferta y las plazas en Formación Profesional (FP) se ha reducido considerablemente, explicó Cruzado, un hecho motivado por la falta de espacio que limita el poder acoger más alumnos, pese a que se apura hasta el más mínimo centímetro de las aula. “En Formación Profesional no hay plazas y en Bachillerato ya para que vamos a hablar ¿A qué estáis esperando para comenzar las obras del nuevo instituto en San Pedro? Promesas y promesas pero no se materializa nada”, subrayaba Cruzado en alusión al anuncio de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de la licitación de la redacción del proyecto de un instituto en San Pedro, del que la única novedad al respecto, según apuntó hoy la responsable de Cultura y Enseñanza, Gema Midón, que acudía al colegio María Teresa de León para inaugurar el curso, se está en el trámite de “la cesión de la parcela” para un proyecto que, según dijo, “está bastante adelantado”.
Al margen de este instituto, el hecho de que la Junta de Andalucía no contemple nuevos centros educativos en Marbella también ha derivado en que la solución, en años anteriores, pasara por el uso de aulas prefabricadas, barracones que eran alquilados y que suponían, aproximadamente, un coste de entre 1.200 y 1.300 euros. Midón anunciaba que se han eliminado estas aulas del colegio Pinolivo, y que ocurrirá lo mismo con las del colegio Santa Teresa a lo largo de esta semana.
Con respecto a los barracones del colegio José Banús, su eliminación está pendiente desde el curso pasado, ya que se tiene que ejecutar una obra en el Pabellón de Infantil, una actuación que se espera se acometa próximamente para eliminar también de ahí las aulas prefabricadas.
Con esta situación arrancan en el municipio, entre hoy y el jueves, un nuevo curso académico alrededor de 20.000 alumnos, unas clases que empiezan igual que en 2015, sin nuevos equipamientos educativos.
