La avenida Ricardo Soriano se ha convertido este fin de semana en un circuito ciclista donde se ha vivido un espectáculo de gran calidad. Ciclismo de gran nivel puesto que han venido deportistas de toda Andalucía en una prueba donde la velocidad fue la reina y el gran protagonista el pavo. Además una prueba que ha tenido su cariz solidario.
Iñaki Díez
La carrera del pavo es un carrera que ya es toda una tradición. Este año, en su séptima edición, ha tenido una novedad y es que se ha celebrado por la tarde. Lo que creo ayer un ambiente navideño muy especial en el centro de la ciudad con gente que confluyeron tanto para ver el Belén de las Hermanas Maldonado como esta prueba ciclista.
«Hemos tenido un nivel espectacular», destacaba el director municipal de deportes, Federico Vallés. «Han sido dos vueltas muy intensas, tanto la categoría de más mayores, como la élite a un ritmo trepidante».
Vallés resaltaba que «es increíble que con el cambio de hora aún así hemos tenido una gran fiesta». «Lo hemos puesto a partir de las 4 de la tarde pensando en la seguridad de todos».
«Han venido ciclistas de todos los puntos de Andalucía y ha sido un gran espectáculo porque ha habido mucho público en las aceras apoyando».
En cuanto a la participación ha sido bastante alta. «Entre todas las categorías hemos superado los 120 participantes». Vallés explicaba «que el circuito tampoco admite más participantes por cuestiones de seguridad ya que son muchos corredores los que entran en pelotón al sprint porque van a un ritmo muy alto y los giros son muy técnicos y con más corredores sería muy difícil».
Era un circuito de 2 kilómetros por la Avenida Ricardo Soriano entre la Cafetería Marbella y la Gasolinera Siebla. La primera tanda fue a las 16 horas para las categorías máster 40, 50 y 60. Dieron un total de 15 vueltas al circuito. A las 17 horas fue la segunda rémora con las categorías elite, sub-23 y master 30. Para éstas fueron 20 vueltas.
Además de lo deportivo, la prueba tuvo un sentido solidario ya que los participantes aportaron cada uno un kilo de alimentos no perecederos en su inscripción. Todos serán entregados a la Delegación de Bienestar Social que los repartirá entre los más necesitados.