Este martes, Marbella aprobaba una bajada en el tipo impositivo del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI), una reducción que no llegaba al 0,8 por ciento; además, el pasado septiembre el Ayuntamiento eliminaba la subvención para empadronados, una decisión que, tal y como advertía la concejala del PP, Francisca Caracuel, derivaría en una “subida importante” para el bolsillo de los ciudadanos. Esta es la realidad que vive Marbella, una situación que dista mucho de la que disfrutan a apenas 25 kilómetros de aquí, en Estepona. En este municipio, gobernado por el popular José María Urbano, ha vuelto a reducir, por quinto año consecutivo, el IBI, alcanzando este año una reducción acumulada de 168 euros de media desde 2011. Pero no sólo eso, también subvencionará con más de cinco millones de euros los recibos de este tributo para los empadronados. Con estas medidas, en 2016 los recibos del IBI de los esteponeros tendrán una bajada de entre el 2 y el 5 por ciento con lo que acumula una bajada en los últimos años del 15 por ciento, según explicó el teniente alcalde de Hacienda, Manuel Aguilar, indicando que dicha reducción viene favorecida por la entrada en vigor, en 2016, de la reducción del 50 por ciento de los valores catastrales de los inmuebles para adecuarlos a la realidad actual.
Irene Catalán
En Marbella sin embargo, aquellas personas con menor renta serán las que se vean afectadas con una subida del IBI, según indicaba el pasado julio Caracuel, recordando que el tributo aumenta, a consecuencia de la eliminación por parte del equipo de Gobierno, de la subvención de unos 527.000 euros para los empadronados en el municipio y la revisión al alza del diez por ciento de los valores catastrales.
Hay que recordar que el ahora alcalde, José Bernal, prometió en la campaña electoral de las últimas elecciones municipales rebaje el IBI en un 35 por ciento, una promesa que, de momento, sigue sin cumplirse.
