Triste noticia con la que nos hemos despertado esta mañana. Francisco Echamendi, párroco de la Iglesia de la Encarnación durante más de 30 años, fallecía a los 87 años de edad. Precisamente será, en el que fuera su templo durante tres décadas, donde el obispo de Málaga, Jesús Catalá, oficiará el entierro, a las 10.00 horas. La capilla San Juan de Dios será donde se vele al párroco; en estos momentos se está trabajando para acondicionarl y se prevé que en un par de horas esté lista la capilla ardiente, tal y como explicó a Marbella Directo el actual sacerdote de la Encarnación, José Solórzano. Allí será donde los marbellíes puedan dar su último adiós a un cura muy querido y que ha recibido reconocimientos a su labor en la ciudad. De hecho, posee el título de Hijo Adoptivo de Marbella, tiene una calle bautizada con su nombre y un colegio, de la Diócesis de Málaga en El Ángel, que lleva su nombre.
Francisco Echamendi Aristu nació en 1929 y fue ordenado sacerdote en 1952. En sus primeros años de vida sacerdotal pasó por Guaro, Tolox, Arriate, La Cimada y Parchite. En 1958 fue nombrado subdirector de la residencia sacerdotal de Málaga. Posteriormente, fue párroco del Sánto Ángel en Málaga.
De 1960 a 1975, estudió en Madrid en el Instituto Social León XIII, siendo luego responsable de la Escuela de Ciudadanía Cristiana en Madrid. Desde 1975, fue párroco de la Iglesia de la Encarnación en Marbella, vicario episcopal territorial de la Costa Occidental y miembro electo del Consejo Pastoral Diocesano.
Don Francisco durante su vida pastoral estuvo siempre vinculado a la obra educativa de la Diócesis desde su etapa como Secretario del Cardenal Ángel Herrera Oria. A su lado, colaboró en el impulso al sistema de escuelas rurales y a los posteriores patronatos diocesanos de enseñanza, tal y como explican desde la Fundación Victoria.
En la imagen Echamendi, en el encuentro del cardenal Herrera Oria con Pablo VI (Foto propiedad de la Diócesis de Málaga).
El Ayuntamiento ha decretado dos días deluto oficial (hoy y mañana) al tratarse del fallecimiento de un Hijo Adoptivo de Marbella, por lo que las banderas del Ayuntamiento ondearán a media asta.
El alcalde, José Bernal, ha mostrado sus condolencias por el fallecimiento del sacerdote, al tiempo que ha destacado la “calidad humana de una persona entrañable y muy querida por los marbellíes” y ha recordado que, “tanto es así, que cuenta con una calle en su honor en el municipio así como con un colegio diocesano con su nombre”.
