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domingo, mayo 5, 2024
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Habrá que remontar en Mallorca

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El primer asalto se lo apuntó el C.D. Llosetense, por méritos propios, tras imponerse por 0-1 en la ida de la última eliminatoria de la fase de ascenso a 2ª División B, en un precioso encuentro disputado en el Municipal de San Pedro, ante cerca de 2.000 espectadores. Los rojinegros tuvieron sus opciones, sobre todo en la primera mitad, pero se vieron sorprendidos por el buen hacer y el oficio de los baleares, que se adelantaron a media hora de la conclusión y, después, supieron manejar el duelo con experiencia y picardía. Ya había avisado Adrián Cervera en las horas previas, de la calidad y el peligro de su rival, un conjunto con mucha dinamita arriba, con hombres muy peligrosos, como Sergi Rojals, Héctor o Aitor Pons.

Redacción

De inicio, el técnico local no varió su esquema habitual y optó por el mismo once que tan buenos resultados le ha dado en las últimas semanas. Lo que sí sorprendió fue el excesivo nerviosismo con el que los sampedreños saltaron al campo, algo atenazados por la importancia del encuentro. En cambio, el cuadro de Óscar Troya se asentó con soltura desde los primeros compases, comenzando a llevar peligro muy pronto al área de Javi Muñoz, que ya tuvo que emplearse a fondo en el minuto 7, saliendo a los pies de Héctor, tras un pase entre líneas de Sergi.

El primer gran susto de la tarde llegó en el minuto 10, en una mala salida de balón desde atrás de los locales. Javi Muñoz erró en el pase y eso fue aprovechado por un jugador visitante, que puso el esférico al punto de penalti, donde Oller sólo tenía que empujarla, aunque Bezares se cruzó como una exhalación para evitar el 0-1.

Con el miedo aún en el cuerpo, los rojinegros fueron soltando esos nervios iniciales y empezaron a crear su fútbol habitual, llegando por ambas bandas, con un Rafa Muñoz muy ofensivo, desdoblando con facilidad a Juanjo por la derecha. En la izquierda, Mauri y Pedro también hacían de las suyas y sería el lateral el encargado de iniciar las hostilidades, en el minuto 11, tras una excelente combinación de toda la línea de tres cuartos sampedreña.

La siguiente acción de peligro sería todavía más clara, a pesar de que el cabezazo final de Juanjo, en el minuto 17, acabaría saliendo desviado, todo ello después de una excelente jugada individual de Pedro, llegando a línea de fondo. La réplica, un minuto más tarde, fue de Aitor Pons, con un duro disparo raso, que se marcharía a la derecha de Javi Muñoz, a escasos centímetros del palo.

El partido entró entonces en una fase más nivelada, con menos ocasiones y más centrocampismo y un excesivo respeto entre ambos conjuntos. Los rojinegros querían llevar la batuta, pero los baleares sabían muy bien como cerrar los espacios, impidiendo a Juanfri y Eloy recibir con facilidad entre líneas.

Al borde de la media hora, Bezares estuvo a punto de abrir la lata, recogiendo un balón suelto en el área, a la salida de un córner, aunque el de Guadiaro, excelso durante los noventa minutos, no pudo armar el disparo.

La última ocasión nítida de la primera mitad tuvo color blanco y pudo acabar en gol, si Héctor anda más atinado en el remate, en el minuto 40, tras quedarse mano a mano frente a Javi Muñoz, saliendo su remate demasiado cruzado.

El descanso sirvió para retomar fuerzas. El primer acto había servido para comprobar la fortaleza y dificultad del Llosetense, un equipo con poco nombre y muchas virtudes, rocoso atrás y peligroso arriba, al que habría que doblegar a base de insistencia y tenacidad.

Sin embargo, la segunda mitad no deparó buenas noticias para los sampedreños, a pesar de acercarse pronto a los dominios de Mingo, tras un saque de esquina ensayado, donde Eloy enganchó una bonita volea que se marchó por encima del travesaño.

Poco a poco, los baleares fueron ganando la partida a los locales, imprecisos en el pase y faltos de frescura en ataque. Y así, sin apenas hacer ruido, llegó el jarro de agua fría. En el minuto 59, Aitor Pons recogió un balón a la espalda de la defensa rojinegra para plantarse solo ante Javi Muñoz, al que dribló para anotar el 0-1, que daba mucho oxígeno a los suyos.

Adrián Cervera había optado, un minuto antes del gol, por dar entrada a Domingo, en lugar de Juanjo, con la intención de revolucionar el partido. El cambio surtió algo de efecto y el esteponero fue el único que dispuso de fe y fuerzas para poner en jaque a la defensa rival, sobre todo en una acción en el minuto 72, en la que Mingo tuvo que emplearse a fondo, sacando abajo el remate del extremo.

Pero el 0-1 fue demasiada losa para los sampedreños, que no supieron ni pudieron ante el oficio de los blancos, que tiraron de artimañas y excesivas pérdidas de tiempo para hacer el encuentro mucho más áspero y discontinuo, algo que les favorecía sobremanera.

Por desgracia, el devenir de los minutos sólo deparó una última ocasión de Antelo, en posición de delantero centro, que no fue capaz de dar fuerza y dirección a un envío colgado al área, con el San Pedro volcado al ataque a la desesperada.

Al final, derrota por 0-1, segunda de los rojinegros en casa esta temporada y con idéntico resultado. La vuelta, el próximo sábado en Es Puig, decidirá qué equipo juega la temporada que viene en la categoría de bronce del fútbol español. Los sampedreños, ovacionados por su afición y despedidos con gritos de “Si se puede”, viajarán a Mallorca dispuestos a todo, con la firme convicción de que noventa minutos dan para mucho y que el sueño del ascenso, todavía, está muy vivo. Mientras hay vida…

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