El Ayuntamiento culmina las obras de restauración de este importante vestigio del Casco Antiguo de Marbella, que han hecho hincapié en la protección y la estabilización de los lienzos, en la impermeabilización de las partes altas y en la eliminación de especies invasoras
La muralla del Castillo ha estrenado un nuevo sistema de iluminación ornamental tras la rehabilitación integral de este importante vestigio del Casco Antiguo de Marbella. El Ayuntamiento ha culminado las obras de restauración, que han hecho hincapié en la protección y la estabilización de los lienzos, en la impermeabilización de las partes altas y en la eliminación de especies invasoras. El concejal del ramo, Diego López, ha subrayado que el objetivo de la actuación es “convertir este enclavehistórico en un atractivo turístico más”, al tiempo que ha valorado que “requería de una intervenciónde esta envergadura, dado que presentaba serias deficiencias provocadas por el paso del tiempo,como la erosión en las juntas que se habían quedado desguarnecidas, o las coronaciones que estaban ya a merced de las lluvias y estaban provocandonumerosas filtraciones”.
La recuperación se ha centrado en los frentes norte y este, que “eran los que menos remodelaciones habían tenido hasta la fecha”, ha recordado el edil, quien ha señalado que los trabajos se ha dividido en varias fases, entre las que se encuentran las propias de la muralla, “como el saneado de la mampostería, retoques con mortero en los lugares que hacían falta, la reparación de partes del lienzo que se han ido cayendo, la protección de la parte superior del paramento, la impermeabilización de la parte de arriba de la torre norte con la recuperación de la solería y la retirada de las partes que corrían riesgo de caerse, así como trabajos para la evacuación del agua, con pendientes y gárgolas”.
Por otro lado, López ha detallado que “se ha actuado en todo lo relativo a la vegetación, eliminando las jardineras que había adosadas a la muralla, para lo que se han trasladado a otro punto las palmeras y los árboles; y el desbroce de mucha vegetación parásita que había echado ya incluso importantes raíces”. “Esta obra se une a las que ya hemos realizado en otros lugares especiales por su peso en la historia de la localidad, como el Museo del Grabado Español Contemporáneo, el Hospital Real de la Misericordia o el Trapiche de Guadaiza, y las que estamos desarrollando en el Trapiche del Prado o en el convento de La Trinidad”, ha remarcado López.
