La Feria de Marbella sigue siendo una cuestión indeterminada en el municipio, así lo explicó el concejal popular, Félix Romero, en el pleno extraordinario que convocó el Partido Popular para tratar las cuestiones “censuradas” por el tripartito. “Estamos a un mes y medio de la feria y no sabemos donde se va a ubicar la de noche, si se han efectuado contrataciones de actuaciones, si se ha contactado ya con los feriantes, si se han pedido los permisos de suministros eléctricos, si se han previsto las acometidas de agua”, apuntó el edil, para el que ante esta situación “sólo caben dos posibilidades; o ustedes -refiriéndose al equipo de Gobierno- en una muestra pavorosa de improvisación no tienen nada previsto a sólo un mes de la feria o siguen haciendo gala de la opacidad que les ha caracterizado desde un principio”. Y es que, desde el PP no tienen constancia de ninguno de estos datos y además dudan del origen que pueda tener esta decisión, la cual consideran que se trata de “un capricho” del alcalde de la ciudad, José Bernal, al que directamente le cuestionó que “si usted ha decidido que la feria vuelva al centro; ¿Lo ha pedido a alguna asociación?, ¿Cuenta ya con un plan de seguridad?, ¿Y de emergencia?, ¿Ha pedido un informe al jefe de bomberos sobre las consecuencias de fomentar aglomeraciones en las callejuelas de nuestro centro histórico?”.
Unas preguntas a las que el edil dio la respuesta, “no ha hecho nada de eso, porque su decisión es un capricho, y por eso mismo de lo que suceda usted será personalmente responsable”.
Romero defendió que por ello lo que proponían al pleno era “que obligue al alcalde a rectificar, porque ya sabemos que algunos sólo aciertan cuando rectifican, y que por su propio bien convoque a los representantes vecinales y a los colectivos que puedan verse afectados por la feria para que escuche lo que estos le tengan que decir sobre el desarrollo y ubicación de la feria y que también por su propio bien y el de los ciudadanos recabe con carácter previo a la decisión definitiva un informe”.
Una cuestión a la que respondió el concejal del área, Manuel García, señalando que, casualmente, “esa comisión de fiestas está previsto convocarla esta misma semana”. García, con carácter general, señaló que “la feria de día tiene que ir acompañada de todas las medidas y el perfecto desarrollo de las fiestas patronales, hace ya bastante tiempo que venimos hablando con diferentes policías para garantizarlo”.
Igualmente el responsable de Fiestas dijo que “la feria de día se va a desarrollar en Alameda y Avenida del Mar, en el casco antiguo de la ciudad no se van a permitir la colocación de barras, entonces ese problema lo eliminamos”, añadió también que “tenemos contemplados la instalación de numerosos puntos de aseos para que no haya problemas de incivismo, porque el buen desarrollo de la feria va de la mano de todo el Ayuntamiento y del buen comportamiento de los vecinos y de los asistentes”.
Pero una vez más, y como algo usual, se volvió a guardar silencio sobre la feria de noche, algo que el propio Romero le espetó en la intervención de cierre del punto. “Todavía no sabemos donde va a ir la feria de noche, y queda un mes, pero si tenemos claro que a fecha de hoy ni hay plan de emergencia, ni hay plan de seguridad, ni existe informe de bomberos, ni existe ninguna garantía de que podamos estar tranquilos”, apuntó el edil popular.
Una propuesta que fue posible sacar adelante tras posicionarse Marbella Sí Puede del lado de los populares. José Carlos Núñez ‘Kata’, portavoz de la plataforma señaló que “en Costa del Sol Si Puede no nos parece mal que se consulte con colectivos y con vecinos y que se pida un estudio”, una propuesta que quiso ampliar la formación señalando que apostaban porque la consulta se ampliase “a toda la ciudadanía, de forma telemática que sean los vecinos los que decidan donde quieren tener su feria”.
EXPLICACIÓN DEL PP PARA SACARLA DEL CENTRO
El edil de los populares quiso explicar asimismo que “cuando se optó por cambiar la feria de día y sacarla del centro no fue un capricho, la feria había degenerado causando todo tipo de molestias a los ciudadanos”.
Entre estos motivos estaban que “se inundaba el centro de barras, había locales permanentes que tenían una extensión horaria, y al final resultaba que los ciudadanos del centro descansaban en torno a un par de horas al día, la ciudad estaba sucia, los problemas de seguridad se multiplicaban, exigiendo un despliegue de efectivos mucho mayor con el coste implícito que eso implicaba y por la menor eficacia que eso supone, un escenario de intrincadas calles y por el mismo motivo se generaban graves problemas en el caso de tener que recurrir a efectivos de emergencia como bomberos y sanitarios, un año incluso se produjo una muerte por atropello en el semáforo de la plaza África”.
Todo ello llevó a la formación popular a trasladar la feria a la periferia de la ciudad tras varios cambios de ubicación, defendiendo que “las ferias organizadas por el equipo de Gobierno anterior si contaron siempre con un plan de seguridad de emergencia, con los recintos que fueron sometidos al informe del equipo de bomberos, se previeron UVI móviles, centros de atención a su entrada, siempre por la ausencia de incidentes desagradables”.
