El próximo mes de junio finalizará su mandato como Concejal en el Ayuntamiento de Marbella ¿Qué balance hace de estos cuatro años?
Para mí ha sido una experiencia muy positiva y enriquecedora, tanto en lo político como en lo personal. Ser concejal en una ciudad como Marbella ha sido una responsabilidad y un honor que siempre llevaré conmigo.
Además del aprendizaje conseguido gracias al trabajo que me ha reportado la actividad política, en estos años lo mejor ha sido poder trabajar por los vecinos de Marbella y San Pedro Alcántara desde el Ayuntamiento. Y en ese marco de trabajo, he sabido siempre anteponer las necesidades de los vecinos y el interés general del municipio por encima de las siglas políticas, colaborando de manera continuada con el Ejecutivo local, mediante una política de cooperación que se ha mantenido durante toda la legislatura y que ha permitido sacar adelante un gran número de iniciativas vecinales para que, cuatro años después, tengamos una mejor ciudad, con mejores servicios y una mayor calidad de vida.
También me gustaría recordar que, mi experiencia como concejal, estará marcada por la Covid-19, en marzo de 2020, la peor crisis sanitaria que ninguno hemos conocido. La situación de todas las administraciones durante la pandemia fue muy complicada, y especialmente para los ayuntamientos, por ser la administración más cercana a los vecinos, y quiero reconocer en esos desconcertantes y duros momentos la rápida capacidad de reacción, de gestión de los recursos y el notable esfuerzo que hizo el Gobierno municipal tanto en materia de prevención de salud como en el ámbito social.
Ha optado por la colaboración en vez de la confrontación…
Sí. Yo me presenté como candidata a las elecciones en 2019 para sumar a Marbella y San Pedro Alcántara ideas y propuestas, para apoyar lo que era bueno para nuestro municipio y para reivindicar cómo mejorar aquello que consideraba que podía mejorarse.
Desde el Ayuntamiento, como portavoz de mi Grupo municipal en la oposición decidí hacer una política de consenso, útil y constructiva, alejada de la confrontación, gracias a la cual hemos sacado adelante muchas propuestas que han requerido de negociaciones, de aproximar puntos de vista para alcanzar acuerdos, de un diálogo serio y responsable que ha sido posible, y tengo que decirlo, gracias a la buena disposición del Gobierno municipal del Partido popular que ha practicado una escucha activa pese a no necesitarnos porque había ganado las elecciones con mayoría absoluta, pero que era consciente de que, si queríamos una Marbella mejor, la fórmula era la de tender puentes y trabajar conjuntamente con los partidos de la oposición porque Marbella y San Pedro lo merecían y se lo merecen.
Personalmente, no entiendo otra forma de hacer oposición, sino la de sumar al proyecto de ciudad por el interés general de los ciudadanos.
No concibo las actuaciones de recriminación constante,con campañas contra el Gobierno municipal, como las que estamos viviendo EN los últimos meses por parte de los partidos de la oposición. Estos han desplegado una campaña de acoso contra la alcaldesa en la que, por cierto, se han traspasado todas las líneas rojas de la política, quedando en evidencia un PSOE de trincheras, que, junto a OSP, solo han mostrado su sed insaciable de impedir consensos y llevar al terreno de lo personal el debatepolítico que lo único que ha traído consigo ha sido tratar de empañar la imagen de nuestra ciudad.
¿Cómo ha sido su relación con el resto de fuerzas políticas?
Durante estos casi cuatro años la relación ha sido muy buena tanto con el equipo de gobierno del Partido Popular como con los restantes partidos de la oposición, PSOE y OSP.
Sin embargo, la situación de entendimiento ha cambiado en los últimos ocho meses como consecuencia de una campaña de acoso y derribo ideada por el PSOE contra la alcaldesa y el equipo de Gobierno del PP, a la que se ha unido OSP, creando un frente o alianza entre ambos grupos municipales contra quienes legítimamente gobiernan nuestro municipio.
Una alianza, la del PSOE y Opción Sampedreña, cuanto menos curiosa, teniendo en cuenta que, desde la moción de censura de 2017 en la que el Partido OSP retiró su apoyo al PSOE de Marbella para devolverle el gobierno de Marbella al Partido popular, ambas formaciones no se hablaban y no se han dirigido la palabra en estos tres años, puedo dar buena cuenta de ello.
Y ahora en el tiempo de descuento deciden unir sus fuerzas, contra su rival, la alcaldesa y el equipo de Gobierno del Partido popular, para dañar la imagen de Marbella, para enfrentar y polarizar a los ciudadanos y perturbar el clima de entendimiento y de respeto a las instituciones que se había producido en la mayor parte de la legislatura por parte de todas las fuerzas políticas. Un entendimiento más comprometido y trabajado por unos partidos políticos que por otros. En esto se ha de agradecer la labor diálogo y búsqueda de soluciones a los problemas de los vecinos que ha demostrado el equipo de gobierno del PP con nuestra formación política.
¿A qué cree que responde este giro político dePSOE y OSP en el tramo final de la legislatura?
Desde mi punto de vista y dadas las evidencias, esta forma de actuar solo responde a la necesidad de hacerse notar y buscar titulares de prensa para obtener réditos políticos y electoralistas. No es la primera vez que observamos como ante unas elecciones municipales el Partido Socialista de Marbella lleva a cabo una campaña de desprestigio contra el Partido popular que es quien gobierna en el municipio, a unos meses vista de la cita electoral.
La diferencia en esta ocasión es que el Partido socialista ha comenzado su campaña de desprestigio desde el pasado mes de octubre, utilizando al Ayuntamiento de Marbella como escenario político desde donde el Sr. Bernal, Portavoz del PSOE, ha buscado conseguir una mayor proyección política invitando a los Plenos a varios medios de comunicación nacional para tener unos minutos televisivos en «prime time», que ha usado para atacar a su rival político local, el PP, con manifestaciones y descalificaciones que dañan no solo a los miembros del Gobierno local sino sobre todo a la ciudad de Marbella, su buen nombre, el de sus vecinos, su imagen, marca y proyección internacional.
Empresarios de muchos sectores de la sociedad civil se han quejado de este tipo de comportamientos llevados a cabo por el Portavoz del PSOE. Una conducta impropia de un servidor público y representante municipal del principal partido de la oposición en Marbella, el PSOE, al que le piden que baje el nivel de enfrentamiento y crispación política que está generando local y mediáticamente durante estos últimos meses. Asimismo, le demandan que recupere en sus manifestaciones el respeto para la ciudad y sus vecinos, sin olvidar que la marca e imagen de Marbella son de vital importancia para la economía de nuestro municipio y por supuesto para nuestro turismo.
Habla de la campaña de acoso contra la alcaldesa. Ya fue clara en este sentido en el Pleno convocado por la oposición.
Así es. Fue un Pleno bochornoso, a propuesta del Partido Socialista y OSP que no se convocó para nada que pudiera suponer un beneficio para la ciudadanía. Su finalidad fue protagonizar un espectáculo representado de cara a los comicios, aprovechando los micrófonos gratuitos de los que disponen por el cargo que ostentan para cargar con armas político-electorales contra el gobierno de esta ciudad.
Tanto fue así, que incluso hasta lo dijeron los concejales de Opción Sampedreña, en una de sus intervenciones, alegando que su acuerdo con el PSOE para convocar el Pleno monográfico solo tenía un objetivo, en palabras del portavoz de OSP: “dar cera a la alcaldesa” y al Gobierno municipal.
Es una vergüenza que se intente utilizar un órgano tan importante como es el Pleno, por parte de los grupos municipales de la oposición para un objetivo tan impropio y deshonroso por parte de servidores públicos y tengan además la desfachatez de decirlo tal cual. Me parece de poca altura política. En lugar de presentar propuestas y un proyecto para la ciudad, intentan deslegitimar al equipo de Gobierno haciendo una campaña espuria a pesar de que los Tribunales de Justicia han archivado hasta en tres ocasiones las denuncias presentadas por el PSOE, dejando claro que no existe ninguna vinculación entre la causa que se juzgará en la Audiencia Nacional y el Ayuntamiento de Marbella.
El propósito es el de intentar manchar el nombre de la alcaldesa y el de Marbella sin ninguna justificación, solo por intentar conseguir un puñado de votos con maniobras de distracción procedentes de una mala política y a la desesperada para ganar el espacio mediático que no han logrado por su trabajo municipal en la oposición en estos cuatro años
Yo no entiendo así la política y me parece que el PSOE está quedando retratado con esta estrategia.
¿Cómo ve al partido Ciudadanos en general de cara a las elecciones municipales?
Veo un partido fragmentado a nivel nacional, que ha ido trasladando sus fisuras hacia los ámbitos autonómico y local, extendiendo esa incertidumbre y, en muchos casos, la adopción de decisiones equivocadas, por todo el territorio nacional.
Las encuestas reflejan la situación de crisis que arrastra el partido desde la fallida moción de Murcia, que desató una crisis de identidad del Partido, y que se ha ido confirmando, por desgracia, en todos y cada uno de los procesos electorales que se han ido sucediendo, siendo Andalucía la zona cero de la catástrofe, ya que nos quedamos sin representación parlamentaria en las elecciones pasadas.
Por otro lado, la apuesta por el municipalismo tantas veces reclamada por los militantes para relanzar el proyecto liberal tampoco se está traduciendo en acciones y decisiones firmes para reconectar ni con la afiliación ni con los ciudadanos. Y es que afrontar elecciones cuesta abajo, sin la seguridad de la continuidad del proyecto político en el futuro, es un proceso muy difícil de revertir.
El voto útil o el voto práctico en las elecciones a nivel autonómico y local junto con el efecto caballo ganador demuestran como el votante tiende a apoyar a los partidos que están seguros que saldrán victoriosos en las urnas y penalizar aquellos que han ido perdiendo votantes elección tras elección en todo el territorio español, como le ha ocurrido a Ciudadanos.
¿Y en el caso de Marbella?
Marbella es una muestra evidente de lo que acabo de expresar y como las decisiones unilaterales y sin consenso de la afiliación solo consiguen debilitar, aún más, al partido.
La imposición del actual candidato de Ciudadanos al frente del partido en Marbella, por una decisión unilateral del partido a nivel provincial, sin respetar la propuesta mayoritaria de la afiliación, provocó la dimisión en bloque de la Junta directiva local y la marcha de más del 80% de la afiliación mostrando su disconformidad con el nombramiento del nuevo candidato, el pasado mes de noviembre. Se optó por eliminar lo que había y formar otra directiva, sin conexión con los vecinos, colectivos y asociaciones, y que apenas acaba de llegar hace tan solo 2 meses.
Una nueva Junta directiva de Cs en Marbella con el actual candidato al frente que ha dado un giro de rumbo del partido hacia la izquierda separándose del centro político y desde el que cada día se acerca más al PSOE. Parece un espejo del señor Bernal, tanto en los argumentos político-electorales expuestos en sus apariciones públicas como en sus manifestaciones contra la alcaldesa y el equipo de Gobierno.
Al final, y me va a permitir que lo diga con claridad, este cambio tan grande que está dando CS en nuestro municipio, tan próximo al PSOE y a los partidos de izquierdas, acabará provocando que el partido Ciudadanos renuncie a su razón de ser y deje de ser un partido útil en nuestro municipio, porque votar a Cs en Marbella será votar al PSOE. Y, dónde uno cree que vota formación liberal, lo que vota es izquierda, un socialismo sin ideas que para formar gobierno necesita pactar con los que están más a su izquierda y con independientes, a lo Pedro Sánchez. ¿Y eso será bueno para Marbella? ¿Eso es lo que defiende Cs? Yo creo que no. Eso va a ser el final de Ciudadanos porque deja de ser un partido útil para convertirse en la muleta del señor Bernal.
¿Cómo ve este próximo 28M para Marbella y San Pedro Alcántara?
Creo que se está produciendo un fin de ciclo, el del socialismo del señor Bernal, y nuevamente, como en cada cita electoral se presentan muchos partidos. En esta convocatoria, nueve en total. Una cifra que puede traducirse en la dispersión del voto.
Hay dos escenarios posibles, que gobierne un partido con una mayoría amplia suficiente que dé estabilidad política a Marbella, o un ‘totum revolutum’ de siglas con exsocialistas en un sitio y otro, la izquierda radical buscando su sitio con distintas siglas dentro e independientes que dependen de si tienen la llave o no para formar gobierno.
Ante este panorama, personalmente no me gustaría que Marbella y San Pedro Alcántara acaben con un gobierno a tres bandas, a cuatro, o incluso un pentapartito con ediles no adscritos. ese escenario no es el que quiero para Marbella, porque la experiencia nos demuestra que no funcionan.
Lo hemos visto tanto aquí en Marbella de 2015 a 2017 y en otros municipios vecinos de la Costa del Sol como Benalmádena, o con plenos de investidura como los de Torremolinos, donde el PSOE logró la Alcaldía de manera extraña a dos días del pleno de investidura.
Yo lo que deseo para Marbella, tras las municipales de este 28 de mayo, es que de su resultado salga un gobierno fuerte y sólido que evite ese escenario y trabaje por lo que necesitan los vecinos de Marbella, para que sigamos siendo referente internacional, para seguir creciendo en lo económico y en lo social, para ofrecer seguridad jurídica a los inversores, para seguir avanzando en mayores cotas de riqueza y prosperidad, y ello solo se puede conseguir con un gobierno estable y comprometido con sus vecinos.
Todo ello lo podemos lograr el próximo 28 de mayo, votando de forma masiva, ejerciendo el derecho a elegir al mejor gobierno que esté a la altura de una gran ciudad como es Marbella.
