Economistas, abogados y agentes inmobiliarios aseguran que la medida recientemente anunciada por la Junta de Andalucía reportará importantes ganancias para la ciudad
La supresión del Impuesto de Patrimonio para 2023, recientemente anunciada por la Junta de Andalucía, supondrá cambiar el panorama laboral de muchos de los extranjeros que hasta ahora rechazaban ser residentes fiscales. Y es que, con la supresión de este tributo, estos inversores verán una ventaja más en lo que a vivir en Marbella se refiere, lo que se traduce en riqueza para la ciudad.
En lo que respecta al inmobiliario de lujo, este nuevo escenario comprende que muchas personas que antes sólo tenían Marbella como segunda residencia, ahora sí quieran vivir aquí por no tener que pagar por el patrimonio que tengan en otros lugares. Todo esto implica que, a más alto coste del inmueble, más dinero para las arcas municipales en forma de IBI y plusvalía, además de los impuestos directos derivados del trabajo, así lo auguran economistas, abogados y agentes inmobiliarios.
Esta opinión coincide plenamente con la del presidente andaluz, Juanma Moreno, que tras anunciar esta supresión afirmaba: “esta bonificación al 100% no tendrá apenas impacto negativo en las cuentas de la Junta, porque apenas supone un 0,6% de lo que se recauda, por el contrario “sí atraerá talento y producirá un incremento de contribuyentes por IRPF y por otras imposiciones directas mucho mayor” a lo que se dejará de recaudar. “De los 20 contribuyentes que más declaran por Patrimonio, 10 se fueron de Andalucía”, ejemplificaba Moreno. “Queremos favorecer que determinadas rentas que ya pasan largas temporadas en Andalucía fijen su residencia en nuestra comunidad”, señalaba, antes de zanjar que “eso va a generar unos mayores ingresos”.
