El Marbella FC cayó eliminado en la segunda ronda de la Copa del Rey ante el Real Valladolid, que sólo pudo superar al equipo local en la tanda de penaltis tras 120 intensos minutos en los que apenas se notó la diferencia de categoría entre los dos contendientes. De hecho, los blanquillos estuvieron muy cerca de eliminar al conjunto pucelano adelantándose en el marcador en la primera parte con un gran gol de Paulo Vitor y manteniendo el resultado a su favor hasta el minuto 86 cuando los castellanos lograron forzar la prórroga. Ante las cámaras de televisión de DAZN y arropado por los cuatro mil espectadores que llenaban las gradas del estadio municipal, el equipo local se creció y puso contra las cuerdas a un rival de primera división.
El ambiente que rodeó la eliminatoria fue espectacular haciendo honor a la gran expectación que había generado en la ciudad este nuevo formato de la Copa del Rey. De ahí que, por primera vez en la historia del club blanquillo, se tuviera que colgar el cartel de entradas agotadas. Las gradas de tribuna y preferencia se llenaron por fin mientras que los fondos permanecieron cerrados como de costumbre. Y es que la afición respondió como nunca antes animando al equipo local sin parar durante el partido e incluso antes recibiendo a los jugadores, en su llegada al estadio en el autobús del club, con impresionantes muestras de apoyo.
Ni siquiera los partidos de play-off de ascenso habían movilizado tanto a los aficionados del equipo local como en esta histórica noche copera. El ambiente que se vivió superó con creces al vivido ante el Celta B o el Eldense, e incluso fue mejor que el del partido contra el Atlético de Madrid de hace diez años en la misma competición, y por ello la entidad blanquilla va a intentar por todos los medios trasladar buena parte del mismo a los partidos del grupo cuarto de Segunda B.
