La agitada vida política del mes de agosto ha hecho que se haya pasado por alto la conclusión de las labores de rehabilitación de la Torre del Cable de Marbella, símbolo de la historia minera de la ciudad. Los trabajos concluían el pasado mes y ha supuesto la inversión de 130.000 euros por parte del Gobierno Central. Unas actividades que se han centrado en la parte superior de la torre, en la que lo más llamativo ha sido la retirada de la pintura, que no había sido sustituida desde hace años, y que han devuelto su imagen inicial a este icono de la historia marbellí.
Además se ha procedido a la retirada de aquellos elementos que, por su mal estado de conservación, podían representar un peligro ante el riesgo de desprendimiento, una actuación que ha hecho necesaria adoptar una serie de medidas de seguridad y medioambientales de gran calado para evitar cualquier tipo de percance.
La Torre del Cable se encuentra a unos 300 metros de la costa y son los restos de un cargadero marítimo, construido en 1957 y que era la estación final de un sistema de transporte articulado en vagonetas que permitía embarcar el hierro extraído de la mina del Peñoncillo.
En la década de los setenta la industria de la minería, que desde el siglo XIX había primado en la ciudad, echaba el cierre, convirtiéndose esta torre en un auténtico símbolo del pasado marbellí.
