La inquietud suscitada entre la ciudadanía y las distintas asociaciones en defensa del patrimonio del municipio por los trabajos que la pasada semana el Ayuntamiento acometía en la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar, de manos de una excavadora, ha traspasado el papel y ha llegado a las áreas virtuales. El vecino sampedreño Manuel Fernández Valdivia ha iniciado una campaña a través de la plataforma change.org para evitar la instalación de un merendero en las inmediaciones de este yacimiento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), puesto que los trabajos que se estaban acometiendo estarían destinados a este fin. En apenas 24 horas desde que lanzara la petición se han recabado 275 firmas en apoyo a la misma, dirigida tanto al Ayuntamiento de Marbella como a la Junta de Andalucía para que se “paralice definitivamente la construcción de dicho merendero y que de forma inmediata se implementen las medidas de seguridad que se estimen pertinentes”. Uno de los principales objetivos marcados en esta iniciativa es el de la protección, tanto medioambiental como histórica de un yacimiento que cuenta con casi 2.000 años de historia. Destacan también la importancia de preservarlo, después de que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no autorizara el uso de maquinaria pesada para los trabajos en la necrópolis, sino que únicamente permitió labores de limpieza y vallado y bajo la supervisión de técnicos de Cultura y Patrimonio.
Por ello, además de pedir que se paralice la instalación de esta zona de recreo, el escrito también recoge que se contrate un arqueólogo municipal y que se suscriba un acuerdo con la Universidad de Málaga (UMA) para que se realicen los estudios arqueológicos necesarios. Además, solicitan la redacción de un proyecto para la puesta en valor del patrimonio histórico existente en San Pedro, mediante un corredor arqueológico que incluya las Termas Romanas de Las Bóvedas, la Torre Almenara de las Bóvedas y la Fábrica de garum existente en la desembocadura del Arroyo del Chopo.
Una vez más los vecinos toman la palabra; de hecho fueron precisamente ellos quienes dieron la voz de alarma el pasado lunes acerca de los movimientos de tierra que se estaban produciendo en la zona contigua a la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar, avisando al Seprona, para poner en conocimiento a la Guardia Civil de esta situación al considerar que corrían peligro los restos enterrados en la zona.
Así, los ciudadanos, así como las asociaciones Cilniana o Tierra y Mar, no han sido las únicas en pronunciarse respecto a este hecho y mostrar su inquietud y preocupación. También lo hacía hacía a inicios de la pasada semana el PP de voz de su concejal Baldomero León, anunciando que su formación no iba a permitir la construcción de un merendero en la zona, una actuación que conllevaría trabajos de saneamiento, “porque el subsuelo es muy rico y no se puede tocar”, en cumplimiento del artículo 33.3 de la ley de Patrimonio Histórico, que lo prohíbe, explicaba el edil.
Por su parte el Ayuntamiento contestaba a la polémica suscitada en torno a estos trabajos a través de un comunicado, en el que la responsable municipal de Cultura y Patrimonio Histórico, Gema Midón, aseguraba que la actuación había tenido lugar en la parcela anexa al perímetro del BIC “nunca dentro del mismo”, destacando incluso que “tras la inspección llevada a cabo ayer no se observó ninguna alteración directa al patrimonio, ni ningún destrozo al mismo”.
Durante el desarrollo de estos trabajos aparecieron materiales en superficie, como tégulas -material de construcción-, así como restos de cerámica, un hecho que, según Midón, responde a que “es una zona donde con normalidad se puede apreciar este tipo de material, tanto en el entorno como en la duna que hay a pie de playa”.
En este enlace se puede firmar la petición