Carmen Navarrete es nuestra protagonista de hoy. La joven es copropietaria de Grupo Mosh, compañía líder de la fiesta y noche marbellí formada por un equipo de más de 900 personas que actualmente dan soporte a un total de siete restaurantes. Hemos tenido la oportunidad de charlar con ella y felicitarla por su reciente premio…
En primer lugar, ¡Enhorabuena por tu galardón! Para que los lectores lo sepan, has recibido el Premio Nacional Joven Empresario 2023 en la categoría de hostelería ¿Cómo te sientes?
Muchas gracias por la felicitación. Es un tremendo orgullo haber recibido un reconocimiento de este tipo a través de un organismo como la Confederación Española de Jóvenes Empresarios. No creo demasiado en los galardones individuales, este premio valora mi trayectoria como empresaria, pero esta está ligada al trabajo de todo el equipo humano, colaboradores, y por supuesto, clientes que han hecho de Grupo Mosh lo que es hoy en día.
Más que merecido teniendo en cuenta que has logrado, junto a tu equipo, que Grupo Mosh, tu empresa, sea sin duda el rey de la fiesta marbellí. Háblanos de él.
Después de siete años de aventura, Grupo Mosh me sigue pareciendo un sueño. Realmente fue así como nuestra empresa se gestó. Éramos, y somos, cuatro amigos con muchas inquietudes en aquel momento sobre lo que nos gustaría crear, dónde nos gustaría inspirarnos y cómo de lejos estaríamos dispuestos a llevar ese sueño hasta su consecución.
Hoy por hoy, esos cuatro amigos también nos convertimos en cuatro socios al frente de una compañía formada por un equipo de más de 900 personas que dan soporte a un total de siete restaurantes que componen una oferta gastronómica y de ocio tremendamente cambiante y sorprendente a lo largo de todo el año.
La moda, la belleza, la música, el interiorismo, la arquitectura, las artes escénicas, la gastronomía internacional, estos son los elementos genuinos en cada uno de nuestros siete locales. El reparto de pesos de cada uno de ellos es lo que determina la inspiración, concepto, propuesta y público al que nos dirigimos. Más allá de nuestro porfolio de locales (restaurantes, night clubs, clubs privados, beach clubs…) lo que más orgullo me genera es cómo hemos logrado consolidar una imagen y un reconocimiento a través de nuestra particular forma de concebir este universo en la hostelería.
¿Cómo comenzaste en esta aventura?
Supongo que como empiezan otras muchas personas en mi situación. Tuve la enorme suerte de contar con una extraordinaria mentora en este sector como fue Olivia Valere. Junto a ella y su equipo crecí, trabajé y aprendí. La generosidad de Olivia me enseñó muchas cosas, entre las que destacaría la importancia de trabajar rodeada de gente que te respeta, reconoce lo que haces y siempre tiene algo que aportar. Aquellos años fueron una estupenda escuela.
Se dice que hay gente que se sube en un avión expresamente para visitar vuestras discotecas…
Parece increíble y a mí misma me cuesta todavía digerir este tipo de cosas. Más allá del acto en sí, que a priori puede parecer algo demasiado pretencioso, yo me quedo con el hecho de que, sea en avión, coche o barco, la gente quiera compartir un día en familia, una cita especial con amigos, o con pareja, junto a nosotros. Esa decisión se sustenta en el gran trabajo previo que hemos hecho imaginando cada uno de nuestros locales como el mejor lugar en el que estar en sea cual sea el momento, y, sobre todo, en la impresionante labor que el staff hace cada día recibiendo, cuidando y atendiendo a todas esas personas que vienen desde muy lejos (o desde muy cerca) a visitarnos.
Cuéntanos como es tu día a día al frente de un negocio de esta envergadura.
¡Una locura! Cada día es diferente y eso tiene sus pros y sus contras. Por suerte, tenemos una estructura interna muy consolidada que nos permite compartimentar mucho la dirección de la compañía. Nos gusta ser muy participativos, estar implicados en todos los procesos de creación, planes, etc. desde el comienzo y eso siempre tiene mucho peso en nuestra agenda cada día.
Cuando se trabaja con siete proyectos diferentes, no todos abiertos al mismo tiempo, eso es cierto, y una plantilla tan grande, es importante rodearse de un equipo cercano de personas que sepan trasladar rápidamente las decisiones en toda la cadena de mando, personas en las que delegar y confiar. Así es cómo se construyen los proyectos que funcionan desde un punto de vista humano, ofreciendo confianza para ganar en responsabilidad. Esa es una parte de mi trabajo diario que me encanta.
Es cierto que hay días muy complicados donde movernos entre locales requiere su tiempo, hacemos de nuestro coche una oficina, y en los que hay muchos compromisos. En esos días me recuerdo la enorme suerte que tengo de poder trabajar en un proyecto personal que me da mucho.
¿A cuántas personas llegáis a dar trabajo?
Grupo Mosh es una compañía muy grande. Resulta difícil creer que, a día de hoy, generemos puestos directos de trabajo a más de 900 personas. Hace menos de 10 años sólo teníamos un restaurante en propiedad.
Por supuesto que no todos esos puestos de trabajo son estables ni continuos, el nuestro es un sector tremendamente condicionado por la estacionalidad, pero nuestra propuesta non-stop alternando aperturas y cierres a lo largo del año, y proyectos pop up en el extranjero, como los que hicimos en su momento con Playa Padre, sí que nos ha permitido sostener muchas carreras.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Si algo he aprendido en estos siete años es que está permitido soñar, pero no planificar demasiado. No imaginábamos llegar a tener esta plantilla ni esta cantidad de locales, como tampoco imaginábamos que sufriríamos una pandemia mundial que afectó de lleno durante mucho tiempo a nuestro público extranjero y a todo el sector de la hostelería.
Por supuesto quiero lo mejor para mi empresa. Seguir creciendo y explorar nuevos territorios. Nos apetece mucho abrir las alas y llegar más allá de la Costa del Sol, creo que es el momento adecuado y contamos con los mejores compañeros de viaje para hacerlo.
¿Qué puedes contarnos de esa alianza con Dani García que os hará traspasar fronteras hasta destinos como Miami y Dubai?
La unión con la familia de Grupo Dani García es, una vez más, un sueño hecho realidad. La sintonía entre ambas empresas es total. El proyecto de La Cabane, este 2023, y el futuro proyecto en el emblemático edificio de Aresbank en plena Milla de Oro de Marbella son dos ejemplos de nuestra personalidad y de nuestra forma de ver este negocio. Ya lo hemos hecho con el beach club, junto a una firma como Dolce&Gabbana, y lo volveremos a hacer en el caso de Aresbank, estamos recuperando lugares increíbles, los devolvemos a la vida de un modo tremendamente inspirador. Si esto es posible en un lugar como Marbella, también queremos imaginar que el talento de Dani, junto con nuestro AND, nos puede llevar a otros destinos.
¿Cuál es tu sueño profesionalmente hablando?
Esta pregunta no tiene una respuesta fácil, ni si quiera una única respuesta posible. Siendo completamente honesta conmigo misma, profesionalmente, ya tengo todo lo que se puede querer; unos socios con los que crezco cada día, una plantilla en la que seguir confiando, un proyecto con el que conseguimos hacer disfrutar a la gente…incluso otros compañeros empresarios han sabido reconocer en mi persona todo eso.
Por último, ¿qué le dirías a alguien que te esté leyendo y quiera seguir tus pasos?
Yo les diría que no sigan mis pasos, les pediría que recorrieran su propio camino. Quizás lo que yo he logrado, cómo lo he logrado o en el tiempo en el que lo he logrado no aplica de la misma forma para el resto. Soy una enorme afortunada, soy consciente de eso, pero también he trabajado mucho y muy duro para alcanzar mis metas.
No quiero ser la referencia de nadie solo por el éxito o el resultado, me gustaría que la gente que trabaja a mi lado aprenda conmigo y vea en mí una mentora como yo lo vi en otras personas en el pasado.
El éxito es efímero cuando se consigue, puede durar más o menos, pero siempre es efímero. En muchas ocasiones este ni siquiera se alcanza. Lo que nos queda, lo que nadie nos puede quitar, es el trabajo, la sensación del esfuerzo, la confianza en las decisiones que se toman, las personas que nos apoyan…Ese legado es la mejor proyección de cara al futuro.
