El juez ha estimado las medidas cautelares solicitadas por Horacio Hellman, dueño de Funny Beach, que veía como el Ayuntamiento clausuraba sus instalaciones el pasado mes de agosto, permitiendo que este emblemático karting reabra sus puertas. En el día de ayer ya abrió sus puertas empezando a recibir clientes de nuevo, aunque la jornada fue principalmente un día de preparación y readaptación de las instalaciones. De esta forma vuelve a estar el recinto abierto con la licencia provisional a la espera de conseguir la definitiva cuando se logre aclarar la situación del recinto. La problemática de la pista de karting giró en torno a la calificación del suelo sobre el que se asienta, la cual estaría establecida en el PGOU como de uso deportivo. Considerado por un técnico municipal como circuito de velocidad se procedió al cierre.
No obstante, Hellman ya aclaró, incluso en el momento en el que le precintaban el local, que su negocio es una pista de karting, donde se realiza una actividad deportiva en dichos terrenos, certificación que pidió además a la Federación de Karts. Precisamente sería esta la calificación que contempla el PGOU de la localidad.
Ante esta situación, Helmann decidió acudir al ámbito judicial, tras recurrir en sucesivas ocasiones la notificación del Ayuntamiento para el cierre de su negocio.
Ahora el juez se ha pronunciado al respecto admitiendo las medidas solicitadas por el propietario en el recurso. De este modo, la pelota vuelve a estar en el tejado del Consistorio, del que depende ahora el regular definitivamente las instalaciones de estas pistas que ya cuentan en la localidad con 25 años de historia.
