El primer equipo senior del Trocadero Marbella terminó la temporada a lo grande, venciendo en casa, a todo un histórico del rugby nacional, como el Arquitectura de Madrid. Era el último partido de liga de esta temporada y los de Salva Almeida, querían terminar con buen sabor de boca. Sobretodo, ante una afición que ha respondido en todos y cada uno de los encuentros celebrados en el «Bahia’s Park» marbellí. Aún cuando la climatología no acompañase, como fue en la desapacible tarde del pasado sábado.
Los marbellíes comenzaron el encuentro con muchas ganas y pusieron cerco a sus rival, jugándose en campo contrario, prácticamente todo el primer tiempo. Aunque no fue hasta el cuarto de hora, cuando Santi Pando rompió la defensa, marcando su primer ensayo de la tarde, con la transformación de Lupi Rinero (7 – 0). Rozando la media hora, Lupi volvía a embocar una nueva patada a palos, tras la ejecución de un golpe de castigo (10 – 0). Los visitantes no podían con la avalancha de juego de los costasoleños, que estaban jugando a un altísimo nivel. Fruto de ello, tras repetidas ocasiones y en las postrimerías del primer periodo, volvió la conjunción entre Rinero y Pando, para volver a romper la férrea defensa madrileña e irse al descanso, con un inesperado 17 a 0.
Tras el descanso y la arenga del entrenador visitante, los madrileños salieron a por todas y vaya, que si lo hicieron. Pusieron contra las cuerdas a los locales y a los siete minutos de la reanudación, consiguieron premio a su tesón, con la consecución de un primer ensayo y su correspondiente transformación (17 – 7). Eran minutos de desconcierto en el bando marbellí, que no veían forma de parar el vendaval contrario. Para colmo de males, en el 54 se veían con un hombre menos, por la expulsión temporal de Stéfano Tucconi. En la siguiente jugada, los visitantes volvían a romper la defensa local y anotar un segundo ensayo transformado (17 – 14). Pero lo males no vienen solos y en una desgraciada jugada, Jorge Rodríguez se auto expulsó con roja directa y dejó al equipo con otro jugador menos (Min. 58). Inferioridad numérica en el terreno de juego, que los «colegiales» aprovecharon para anotar un tercer ensayo transformado (Min. 60, 17 – 21) y un golpe de castigo (Min. 68, 17 – 24). En apenas veinte minutos, los visitantes habían dado la vuelta al marcador.
Restaban unos diez minutos para el final y una vez más, los costasoleños sacaron a relucir su casta, con el aliento de una grada, que no dejaron darse por vencido a su equipo. Con Stéfano de vuelta del «Sin Bin» y la entrada de jugadores de refresco, en el pack de delanteros, los marbelleros se fueron adelante, en busca del partido. En el minuto 74, volvía Santi Pando a finalizar una jugada colectiva y anotar su tercer ensayo, que también transformaba Lupi y se lograba el empate a veinticuatro. Pero equipo y aficionados querían más. De este modo, con el equipo volcado en campo contrario y echando el resto, llego la apoteosis con el ensayo de Rodrigo Parada, que colocaba en el luminoso el 29 a 24. Pero, restaba la oportunidad de transformar de Luciano Rinero y volvió a estar certero. Con esta última jugada, llegaba el pitido final y la victoria del Trocadero Marbella, por 31 a 24. Muy destacable el trabajo de todos los integrantes de este equipo, todos podrían haber sido el Man of the Match, premio que ofrece Cafés Baqué, pero finalmente, se hizo entrega al canterano Nacho Molina.
Terminó una temporada, en la que en sus inicios, se tenían unas expectativas altas de haber estado luchando por los puestos de arriba. Pero, las lesiones, coincidiendo con un bajón de juego y demasiados problemas extradeportivos dentro y fuera del club, han condicionado buena parte de la temporada. No obstante y teniendo en cuenta la inexperiencia en categoría nacional, se ha concluido en una meritoria séptima plaza, a tan sólo tres puntos del quinto puesto y sobretodo, con la sensación de que se puede llegar a mejorar y mucho, de cara a la próxima temporada.
