El ayuntamiento de Marbella ya ha puesto en marcha una de las actuaciones imprescindibles para la ciudad, la construcción de una residencia pública para mayores en el Trapiche del Prado. Las máquinas ya están a pleno rendimiento y los vecinos, ahora sí, han iniciado la cuenta atrás para que el sueño de Mateo Álvarez, quien lo donó a la ciudad para que albergase estas instalaciones, se haga realidad.
Un proyecto en el que se trabaja de forma paralela en dos actuaciones, la rehabilitación y la construcción de la nueva residencia y que contará con un plazo de ejecución de 14 meses, contando con una inversión de más de 10 millones de euros.
Con el objetivo de dar cumplimiento a la normativa, el edificio del antiguo Trapiche se rehabilitará para darle uso de centro de interpretación, contando con museo y diferentes aulas polivalentes, a la par que albergará la administración y recepción del complejo, mientras que la residencia se ejecutará un nuevo equipamiento que complemente al edificio histórico.
Se construirán dos nuevas edificaciones, en la zona norte y oeste de la parcela, que servirá de residencia para personas mayores y en las que se habilitarán un total de 40 habitaciones, siendo 32 dobles y 8 individuales, con baños y aseos en cada una de ellas.
En el primer nuevo edificio, que se situaría a la derecha del acceso por la calle Fernando Álvarez Acosta, bajo el edificio histórico, se incluirán zonas comunes, de servicio, habitaciones y almacenamiento. La cubierta será ajardinada y con espacios abiertos para que los usuarios puedan relacionarse, habilitándose zonas de estancia y paseo.
Además, este edificio se adapta a la topografía del terreno, lo que permite un mejor soleamiento de las habitaciones, favoreciéndose la iluminación natural y reduciéndose el consumo de energía. Al mismo tiempo, se construirá bajo rasante, lo que hará que no se limiten las vistas del resto de edificios del complejo.
El segundo edificio, situado a la izquierda del acceso, se destinará a habitaciones, pero también tendrá usos asistenciales, como la enfermería, y de servicio. Este incorpora un sótano que albergará un garaje para aparcamiento.
El proyecto de residencia tiene previsto ampliarse con una segunda fase que, si los condicionantes arqueológicos de la parcela lo permiten, podrá realizar un edificio más ampliando el número de habitaciones. De esta forma, el complejo podría albergar hasta a 150 ususarios.
En total, la superficie de actuación superará los 8.000 metros cuadrados, correspondiéndose 3.586 con los trabajos de rehabilitación, mientras que la residencia ocupará 4.475 metros cuadrados. En el terreno quedarían todavía libres más de 4.000 metros cuadrados en los que poder actuar en esa posible segunda fase de ampliación.
