Marbella acaba de estrenar nueva protectora de animales después de realizar una importante renovación de sus instalaciones.
El Ayuntamiento decidió en 2022 que la ciudad necesitaba una transformación integral de las instalaciones para que gozaran de unos estándares de calidad acordes con el resto del municipio, pero sobre todo para proteger la vida de las mascotas abandonadas en la localidad.
La nueva protectora de animales de Marbella cuenta ahora con áreas independientes para perros y gatos, en las que no falta detalle alguno para el mejor cuidado de las mascotas; en cada una hay veterinario y quirófano, sala de recuperación y lavado, además de las jaulas, con más espacio para cada ejemplar. Además, las instalaciones comprenden una recepción en la que ya se produce un primer contacto con el animal que llega, y un aparcamiento al que se accede de una forma cómoda y rápida desde la carretera de Ojén.
Los perros disponen ahora de un espacio tres veces más grande que antes. Los gatos, lo han doblado. Los canes tienen 1.477 metros cuadrados en los que hay sitio para 281 a razón de dos o tres en cada jaula. Más aún; los pequeños y los grandes están a su vez separados, para darles en cada caso una atención específica. Los 409 felinos que podrán estar desde ahora en la protectora marbellí cuentan con 262 metros cuadrados. Incluso cuando alguno esté enfermo, podrá ser atendido en otro espacio habilitado y equipado como zona de cuarentena.En consonancia con el conjunto de las instalaciones, sus servicios e infraestructuras se han modernizado por completo. Así, se ha dispuesto un nuevo saneamiento, se ha instalado una renovada y eficiente iluminación en todo el recinto con tecnología LED, que mejora el cuidado del medio ambiente y supone un ahorro energético.
Tras la transformación, la protectora se ha convertido en un referente para otros municipios que, como Marbella, quieren disponer de unas instalaciones capaces de aunar modernidad y utilidad social cuyo principal objetivo es la mejora de la calidad de vida de los animales abandonados.
