La U.D. San Pedro jugó en el día de ayer uno de los partidos más importantes de la temporada ante la U.D. Maracena. Los de Juan Carlos Camacho necesitaban los tres puntos para seguir manteniendo distancias con el descenso y dar un paso más hacia el objetivo de la permanencia. La jornada era especial y así se lo hicieron sentir a los jugadores los niños de la cantera que ayer los esperaron dentro del vestuario antes del inicio del partido.
Los rojinegros entraron al vestuario del calentamiento entre vítores y aplausos de los más jóvenes del club, que pusieron así de manifiesto lo que tanto se ha defendido desde la entidad rojinegra que es que los canteranos sueñen con llegar al primer equipo y defender su escudo y sus colores.
Jugadores de todas las edades se colaron en el vestuario mientras los del primer equipo calentaban. Fue el entrenador rojinegro, Juan Carlos Camacho, precursor de esta iniciativa, el que les explicó el principal motivo por el que estaban allí, que no era otro que apoyar ‘a los mayores’ para que consiguiesen tres puntos importantes que ayudasen a mantener la permanencia en Tercera División para que el futuro rojinegro pueda jugar en una categoría nacional.
Luego fue uno de los jugadores más emblemáticos del San Pedro, Dani Cintrano, quien se dirigió a ellos para pedirles apoyo y explicarles la importancia de conseguir la permanencia. El delantero les explicó como cuando era pequeño veía al primer equipo y soñaba con poder alcanzar algún día esa categoría.
La emoción en el vestuario era latente. Todos juntos, mayores y pequeños, jugadores desde peques a juveniles compartieron el grito del equipo para antes de los partido.
La voz cantante la llevó Dani Cintrano que pidió a los jugadores del primer equipo conseguir los tres puntos por los niños que estaban allí “que sueñan con defender este escudo y estos colores”. Una conjura sampedreña que funcionó, el equipo de Juan Carlos Camacho consiguió la victoria por 3-1, sumando tres puntos que, a falta de seis jornadas, los deja a cinco del descenso y les permite tener la salvación un poquito más cerca, algo que hace unos meses parecía imposible.
