La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha hecho efectiva la recepción de las fincas de ‘La Caridad’ y ‘Siete Corchones’ con la firma del cambio de titularidad que se ha realizado ante notario y en la que ha estado presente el administrador judicial. Se incorporan así al patrimonio municipal dos de las posesiones más emblemáticas de Juan Antonio Roca, ambas procedentes de condenas en procesos judiciales por corrupción durante la época gilista.
A la firma han asistido además diferentes representantes vecinales, “esto es ya de los vecinos”, destacó Muñoz, quien además valoró la importancia de cara a la ciudadanía de que “lo que salió de Marbella, vuelva a Marbella”. Un acto con “una gran carga simbólica, además de un acto importante para el patrimonio de Marbella y para los vecinos, que recuperan parte de lo que se saqueó”, apostilló la regidora.
Más de quince años después la senda que empezó a recorrer Muñoz, sin ser aún alcaldesa y como presidenta del Partido Popular local, dan sus frutos, puso en valor la regidora que recordó que desde el primer momento su formación, como acusación particular, “ha estado siempre presente”, en aquellos procesos judiciales relacionados con la corrupción en la ciudad.
A pesar de ello, la alcaldesa reconoció que aunque es una “gran recompensa a nivel personal y político” lo importante es lo que este hecho supone para la ciudadanía, recordando a todos aquellos que se pusieron “detrás de una pancarta en 2006 para pedir que lo saqueado volviese a Marbella”, “todos los vecinos pueden decir que lo que de aquí salió, aquí vuelve”.
Ambas fincas están valoradas en más de 6,5 millones de euros, ‘La Caridad’, con más de 81.000 metros cuadrados, supera los 5 millones, mientras que ‘Siete Corchones’, de 123.000 metros cuadrados, tiene un precio de en torno a 1’5 millones de euros. Unos números a los que hay que sumar los más de 15 millones de euros que ya se han incorporado en bienes económicos en 2018. Además, también se hará efectivo en un corto periodo de tiempo la incorporación al patrimonio municipal del Helipuerto y el edificio situado a la entrada del Hospital Costa del Sol, en estos momentos en estado de abandono.
AGRADECIMIENTO AL MAGISTRADO GODINO Y AL GOBIERNO DE RAJOY
La alcaldesa agradeció la labor “a todos los que han hecho posible que tengamos las llaves”, y, especialmente, al juez José Godino Izquierdo, “que desde el primer instante entendió la petición justa que hacía la ciudad de Marbella y avaló con sus resoluciones que la ciudad recuperase lo que legítimamente reclamaba”. Godino fue magistrado en el Caso Malaya, recogiendo en la lectura de la sentencia el deseo del tribunal de que se produjera esta recuperación.
Una incorporación patrimonial que ha sido posible gracias a las cláusulas recogidas en los Presupuestos Generales del Estado de 2018, elaborados por el equipo de Gobierno que dirigía Mariano Rajoy, a quien también agradeció Muñoz su implicación con la ciudad, además de al ex Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien aceptó esos reconocimientos presupuestarios “desde que Marbella le planteó que era de justicia recuperar bienes y que no solo sirviesen para pagar deudas”.
Ante las próximas Elecciones Generales previstas para el 28 de abril, la primera edil ha hecho un llamamiento “al próximo Gobierno” para que “no actúe como lo ha hecho el Partido Socialista, que “en el acuerdo plasmado en sus presupuestos ha impedido que se recuperasen no solo los bienes sino también las multas”.
DESTINADOS A EQUIPAMIENTO PÚBLICO
Estas fincas irán destinadas a equipamiento público, para la alcaldesa es justo que “no solo se devuelvan las cantidades y vengan partidas, sino que también que mucho de ese patrimonio que tenía que haber servido para equipamiento público se recupere”. En el caso de ‘La Caridad’, ubicada junto al Estadio Municipal de San Pedro Alcántara, “se estudiará como prioritario que tengamos una ciudad del deporte que acoja muchas modalidades que ahora no se pueden practicar y que además en paralelo se puedan hacer campus para jóvenes”. Aunque serán los vecinos los que determinen el fin de ambas.
