Marbella ya ha decidido la fórmula que se adoptará para el ordenar el urbanismo en el municipio. Tras la anulación del Plan General de 2010 por parte del Tribunal Supremo, la cuidad se abría a un periodo de incertidumbre que hoy ha tenido respuesta en Junta de Portavoces. La concejala de Urbanismo, Isabel Díaz, ha trasladado a todos los grupos de la Corporación Municipal -PP, PSOE, IU, Costa del Sol Sí Puede y Opción Sampedreña- que la decisión tomada finalmente, en las mesas de trabajo técnica que buscaban una fórmula transitoria para el urbanismo en la ciudad, pasa por la adaptación del Plan General del 86, el vigente actualmente, a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). Esta medida es, según dijo hoy el alcalde, José Bernal, “la fórmula más adecuada para dar certidumbre al desarrollo urbanístico de Marbella”, imponiéndose así a las normas sustantivas. Para decantarse por la primera, el grupo de trabajo inmerso en la solución para el planeamiento ha realizado un diagnóstico pormenorizado para valorar las debilidades y fortalezas de cada una de las fórmulas planteadas.
Irene Catalán
En un principio la sustantiva contaba con una ventaja importante con respecto a la de adaptación a la LOUA, ya que la primera podía asumir las más de 16.500 construidas irregularmente durante los gobiernos del GIL, y que fueron regularizadas en el Plan de 2010. Sin embargo esta fórmula planteaba dos debilidades importantes, según la edil de Urbanismo; por un lado, su periodo de vigencia de tan solo dos años, por lo que pasado ese periodo, la ciudad se encontraría en la misma situación que ahora; la otra desventaja versaba en el propio trabajo “del día a día” de la delegación, teniendo en cuenta que la norma sustantiva sólo permite modificaciones pormenorizadas, dejando fuera las estructurales.
Según los plazos que se manejan desde Urbanismo, la intención es que el documento esté totalmente concluido a finales de este año, para su aprobación definitiva en el Pleno, ya que tendrá que ser sometido a aprobación inicial y pasar el proceso de exposición pública.
Esta fórmula además tiene vigencia indefinida, hasta que se inicie un nuevo planeamiento, un trabajo que, según Pérez, se hará en paralelo, ya que está previsto que los presupuestos para este año recojan una partida para la elaboración de dicho plan.
Asimismo, la concejala indicó que no ha habido “disconformidad” por parte de los grupos de la Corporación en cuanto a la medida por la que se ha apostado finalmente. Asegura que una de las fortalezas de esta norma es que está “totalmente pautada y reglada” y que se ha llevado a cabo en muchos otros municipios. “El PGOU del 86 aún tiene juego para seguir desarrollando suelo y es lo que vamos a seguir haciendo desde la delegación. Con esta adaptación lo que vamos a tener es un documento parecido a una revisión”, explicaba hoy Pérez.
