El Marbella FC ya ha empezado a diseñar el equipo que tendrá la próxima temporada en su tercer año consecutivo en la categoría de bronce tras el último ascenso. La plantilla será casi totalmente nueva ya que sólo seguirán en el equipo los marbellíes Marcos Ruiz y Javier Añón. El primero acaba de renovar por dos años su contrato con opción a otros dos más según su rendimiento. Y el capitán blanquillo, por su parte, tiene un año más de contrato y será, junto al anterior, la base sobre la que se construirá el nuevo proyecto del club. Los dos jugadores locales son muy queridos por la afición tanto por su calidad como por su compromiso con el equipo de su ciudad natal. La idea del nuevo director deportivo, el italiano Alessandro Gaucci, es fichar aproximadamente a veinte nuevos jugadores que estarán a las órdenes del entrenador francotunecino Medhi Nafti, una apuesta valiente y arriesgada debido a su inexperiencia en los banquillos. Ya se conocen los nombres de algunos fichajes como el argentino Damián Petcoff o el uruguayo Ignacio Nicolini pero quiero concluir esta opinión haciendo una mención especial a varios de los jugadores con los que no cuenta el club de cara a la nueva temporada.
Uno de estos jugadores, el almeriense Gabi Ramos, ya se ha despedido de los aficionados en las redes sociales. Es un futbolista muy querido por la afición junto con el pacense Álex Herrera y el jerezano Sergio Nárvaez. Los tres jugadores han demostrado desde que llegaron al club, además de su profesionalidad y calidad, una gran identificación con el equipo y la ciudad sintiéndose como tres marbellíes más. Por eso han formado parte del grupo de capitanes de la plantilla y personalmente creo que merecían continuar en el club o al menos se les debería haber ofrecido la renovación.
