Fernando Estévez, el entrenador granadino que logró hace apenas unos meses clasificar al Marbella FC para el play-off de ascenso a la división de plata por segunda vez en sus veintiún años de historia, acaba de ser contratado por el histórico Burgos CF para enderezar su errática trayectoria en el grupo primero de Segunda B. Después de cinco meses sin equipo, Estévez ha vuelto a los banquillos y lo hace en compañía del marbellí José Mari Isaac, que ya fue su segundo entrenador en la pasada temporada al frente del cuadro local. Los dos formaron un gran tándem y fueron los máximos responsables de una campaña inolvidable junto con el resto de su cuerpo técnico, que incluía a Padilla, y la enorme labor de Jorge Rodríguez de Cózar en la dirección deportiva.
José Mari continúa así con su formación como técnico añadiendo una nueva experiencia que le servirá para crecer. En el Marbella FC ha destacado entrenando a los más jóvenes de la cantera blanquilla y, como ayudante de Estévez, su papel ha sido fundamental para que este último se adaptase pronto tanto al club como a la ciudad. Y como jugador siempre será recordado por formar parte de la plantilla que logró el ansiado ascenso a Segunda B hace cuatro años.
Sus incursiones por la banda izquierda y sus lanzamientos de falta son inolvidables resultando vitales en los éxitos del equipo local durante la primera mitad de la presente década. Siempre lo dio todo por el club ganándose con ello el cariño y el reconocimiento de la afición, que nunca entendió la decisión de Pablo Alfaro de prescindir de él en la temporada siguiente al ascenso. Y en lo personal, su trato con los aficionados fue exquisito como tuve ocasión de comprobar cada vez que coincidí con él dentro y fuera del estadio.
