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viernes, diciembre 13, 2024
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Un vecino de San Pedro recupera la medalla de su padre fallecido gracias al Complejo Ambiental de la Costa del Sol que la encontró en los residuos de la planta de tratamiento

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Rafael Lavigne no sale de su asombro. Recibió una llamada del Complejo Ambiental Costa del Sol que le anunciaba que habían encontrado la medalla de su padre, uno de los pocos recuerdos que le quedaban de él y que había perdido hace años.

La Oficina de Objetos Perdidos ha entregado una medalla de oro localizada en los residuos de la planta de tratamiento a su propietario, Rafael Lavigne, vecino de San Pedro Alcántara, tras indagar partiendo de las inscripciones que tiene la pieza.

La medalla presenta en una de sus caras el nombre “Javier Lavigne”, un número de teléfono y la ciudad, “Marbella”. La otra cara no muestra ninguna imagen, ni inscripción y se encuentra muy rallada por el paso del tiempo.

El delegado de Residuos Sólidos Urbanos de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, Juan Luis Villalón, explica que desde el departamento de Objetos Perdidos primero llamaron al teléfono para informar del hallazgo, pero no hubo respuesta.

“El personal de la instalación conocía el apellido Lavigne, natural de Marbella, una familia muy conocida en el municipio. Incluso tenía contactos con algunos de sus miembros, por lo que se pusieron en contacto con ellos y finalmente descubrieron que la joya pertenecía a Javier Lavigne, ya fallecido, y que había pasado a su hijo Rafael”, comenta el delegado.

Rafael explica que perdió esta medalla hace muchos años. Sospecha que le fue sustraída o que la extravió. “Para mí fue un duro golpe, porque era el único objeto personal que tenía de mi padre, además de un reloj. Y me sentí muy culpable por su pérdida”, recuerda.

Su padre, Javier Lavigne, era propietario, junto a su hermano, del supermercado Costa Bella, situado a espaldas del parque La Alameda de Marbella. Falleció con 55 años de cáncer.

No es habitual que una joya ofrezca tantos detalles de su propietario: nombre, apellido, teléfono, ciudad. Rafael indica que su padre era alérgico y que por esa razón la pieza contiene tantos datos personales. “Antes era habitual que se indicara este tipo de cosas en las medallas porque no había servicios de comunicación y sanitarios tan rápidos como ahora”, aclara.

Curiosamente Rafael comenta que días antes de la llamada del Complejo Ambiental Costa del Sol para informarle del hallazgo, había recordado esta medalla. “Creo que estaba pensando en lo que me queda de mi padre y en qué le voy a dejar yo a mi hijo y a mi nieto, y recordé la medalla. Es algo asombroso. Las vueltas que habrá dado esta medalla y al final ha vuelto a mí. Como si mi padre quisiera que esta pieza esté conmigo”. Rafael Lavigne dice que se volverá a colgar esta medalla, “con una buena cadena, para que no se pierda más”.

Por su parte, Juan Luis Villalón, indica que lo habitual es que los ciudadanos que creen que han perdido una joya se pongan en contacto con nuestra Oficina de Objetos Perdidos, a través del portal costadelsol.eco, y no al contrario. “Pero somos un servicio público, no sólo para la recogida y tratamiento de residuos, sino también para la custodia de estos objetos tan preciados”.

Esta medalla es la segunda joya que el Complejo Ambiental Costa del Sol entrega a sus propietarios tras hallarlas entre residuos. La primera fue un anillo que una vecina de Secadero reclamó y que acreditó que era de su propiedad. Helen Miles recuperó su anillo en abril de este año, después de más de un año perdido.

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