Hoy, Miércoles Santo, quería transmitir que los nazarenos nos sentimos tristes y raros, un poco desubicados. Llegando este día todo es un hervidero. Estamos acostumbrados a estar cerca de nuestros Sagrados Titulares, adornándolos, poniendo flores, poniendo todo bonito, preparando hasta el último detalle para poder llevar la devoción al pueblo de Marbella.
Dentro de lo que supuso el primer mazazo que fue la declaración de la suspensión de nuestros desfiles procesionales en toda la Diócesis y toda España, lo asumimos como algo que tenía que pasar, las noticias eran muy preocupantes y todos, en un ejercicio de responsabilidad, asumimos como propio el esfuerzo de quedarnos en casa. Más tarde, cuando se ha ido acercando la fecha, el sentimiento ha ido aflorando en todos nosotros y es eso, un sentimiento de rareza y contradictorio.
Lo estamos afrontando lo mejor que podemos. Desde casa me llegan cientos de mensajes, vídeos, iniciativas e ideas, han ido pasando los días y los actos que teníamos programados evidentemente no se han realizado. Llegó el día del kilo solidario y, por lo menos, la hermandad pudo responder a esa tonelada solidaria con recursos propios para que los que estén necesitados en estas fechas puedan ser atendidos.
Ahora que llegan nuestras salidas procesionales, que estamos en puertas, esos mensajes y sentimientos que me llegan y expresan nuestros hermanos se están redoblando.
En la hermandad hemos preparado un vídeo recopilatorio con esos trabajos que la gente nos ha mandado desde casa y con imágenes de ayer que valen para hoy y valdrán para siempre porque es nuestro pasado más reciente. Un vídeo que valdrá para que la gente pueda celebrar desde casa su Semana Santa, que este año será distinta en cuanto a lo que estamos haciendo pero no hacia lo que estamos sintiendo, sentiremos esa devoción hacia nuestros sagrados titulares aunque no los tengamos físicamente cerca pero sí los tenemos en el corazón y en nuestro pensamiento.
Ese mar de promesas que todos los años sigue al Nazareno y a la Virgen del Mayor Dolor este año será desde casa, la seguirán de pensamiento y de corazón y haciéndoles promesas de cara al año que viene para agradecer, algunos por los que se estén librando de todo mal otros porque algún familiar que se ha contagiado se ha recuperado. Se aproxima un año difícil y hay que pedirles siempre porque el pueblo de Marbella de alguna manera lo ha nombrado su protector, es el Señor de Marbella, la imagen de Cristo que más tiempo lleva ligada a nuestra ciudad.
Queremos lanzar un mensaje de esperanza y de futuro y que, seguramente, el próximo año podremos seguir disfrutando de nuestras procesiones, de nuestros cultos y de estar cerca de nuestros Sagrados Titulares.
También quiero mandar un mensaje de apoyo y de recuerdo hacia las personas que han perdido algún familiar o que tienen alguno que en estos momentos están sufriendo. No nos olvidamos de ellos y los tenemos presentes en nuestras oraciones y nuestro recuerdo.
Tanto el Miércoles como el Viernes Santo vamos a tener unas proyecciones especiales para recordar ese momento y también pondremos algunos mensajes que nos están llegando, algunos de ellos institucionales, muy importantes, como el del General de la Legión que nos manda un vídeo desde el Líbano dándonos fuerzas y ánimo y para que sepamos que ellos, de pensamiento y corazón, también estarán el Viernes Santo junto al Santo Cristo Yacente.
Son multitud de mensajes y queremos transmitirlos de algún modo a toda la familia nazarena. Todos unidos y solidariamente podremos superar esta pandemia, sin duda tenemos fe en el futuro y sabemos que esto, entre todos, los vamos a superar.
Por último, quiero mandar un mensaje de cariño y de recuerdo a todos nuestros hermanos y animaros, que pronto, antes de lo que nos pensamos, estaremos de nuevo en la calle haciendo la labor que se nos encomienda que es el culto a nuestros Sagrados Titulares y para el resto del año nos queda el ejercicio de la caridad que ahora en estos tiempos que se avecinan también será una labor importante por parte de nuestra hermandad.
Un abrazo a todos en Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Mayor Dolor y en Nuestro Santo Cristo Yacente.