Ayer volvió a sufrir el San Pedro y hubo que esperar hasta el minuto 90 de partido para cantar el tanto de la victoria de la U.D. San Pedro ante un rocoso Alhaurín de la Torre, que se puso por delante en el marcador en el minuto 55. La clave del choque, la entrada de Juanpe en el minuto 61, revolucionó el ataque de los rojinegros. El partido en sí tuvo poca historia, sobre todo en la primera mitad, donde ninguno de los dos equipos pudo imponer su juego sobre el rival. Lo más reseñable de los primeros 45 minutos fueron dos llegadas de los sampedreños al área de Hueto, que tuvieron como protagonista al mismo hombre, Juanfri. El ariete fuengiroleño aún no ha visto puerta esta campaña en competición oficial, a pesar de sus excelentes números durante toda la pretemporada. Ayer volvió a acariciar el gol, en dos acciones, en los minutos 5 y 25, pero no hubo fortuna. Tarde o temprano llegará el premio, pues por trabajo y sacrificio no será.
Redacción
El equipo visitante trató de defender con orden y dejando pocos espacios, algo que sí supo hacer muy bien. La otra nota destacada del primer tiempo fue la lesión de Domingo, que volvió a retirarse con problemas en un tobillo, a la media hora de juego, aunque en esta ocasión fue el izquierdo. Su lugar lo ocupó Alberto Montaño.
En la segunda parte, las tornas no cambiaron en demasía. Los rojinegros seguían un tanto espesos en la circulación de balón, por lo que los alhaurinos se encontraban cómodos en la zaga, esperando su ocasión.
Y ésta llegó, aunque en un lance imprevisto. Corría el minuto 54, cuando un pase atrás de Rafa sobre Montaño, sin aparente dificultad, acabó por convertirse en un regalo a Joseito, que solo, ante Javi Muñoz, no perdonó el 0-1 para los suyos. Ver para creer.
Tocaba remar contra corriente y, la verdad, el panorama no hacía presagiar nada bueno.
Entonces llegó el relevo de Juanpe por Parada, con media hora por delante, que acabó por ser crucial en el devenir del partido. El jugador del filial dio otro aire al equipo en ataque, asociándose con facilidad y exprimiendo su velocidad.
Tanto es así, que sólo seis minutos después de entrar al campo, regaló el tanto del empate en bandeja a Álvaro, que aceptó la ofrenda con gusto. Era el 1-1. Con tablas en el luminoso se llegó a los minutos finales, con las espadas en todo lo alto. Más cerca estuvieron los sampedreños de ponerse por delante en dos acciones seguidas, en los minutos 82 y 84, pero ni Juanfri ni Rafa supieron batir a Hueto.
El cancerbero visitante sería, a la postre, protagonista involuntario del choque. En el minuto 90, Juanpe recibió un balón en profundidad dentro del área y el meta alhaurino lo arrolló sin remisión, por lo que el colegiado Chamizo Muñoz no dudó en señalar el punto fatídico.
Álvaro volvió a tomar la responsabilidad y no falló, logrando el 2-1 definitivo y llevando el delirio a las gradas, que vieron como su equipo remontaba un partido que se había complicado enormemente. Al final, victoria importantísima para seguir invictos y ocupando los puestos de la zona alta de la tabla.
