Marbella se ha llenado de turistas este verano. Lo hizo desde antes incluso de que empezara el pasado junio. La ciudad ha estado a rebosar de visitantes. Las decenas de miles que han estado paseando por las calles de la ciudad estos meses han podido comprobar de primera mano la rapidez con la que el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Obras, ha arreglado los pequeños desperfectos que se han detectado en aceras, bordillos, farolas, asfalto, alcorques y otros elementos de sus vías urbanas.
Entre el 1 de junio y el 31 de agosto han sido 835 deficiencias que han conllevado otras tantas micro actuaciones para subsanarlas. Cuatro horas como máximo han tardado en hacerlo en el caso de aquellas catalogadas de urgentes por representar un peligro para los ciudadanos. Algo más, entre 24 y 48, el resto, los desperfectos que no afectaban a la seguridad de los viandantes. Estas rápidas respuestas no son otra cosa que la evidencia de que fue una buena idea habilitar unas unidades específicas para estas labores.
Esos equipos de trabajo que están al tanto de las incidencias son cuatro y están afectos a otros tantos planes municipales: el Plan de Urbanizaciones, el Plan de Conservación Viaria, el Plan de Colegios y el Plan de Instalaciones Deportivas. Han mejorado sobremanera la rapidez con que se acometen esas pequeñas pero importantes reparaciones en las calles; ahora se ejecutan un 80% de más celeridad.
Marbella ha logrado así en estos meses fuertes del verano mostrar la mejor de las imágenes posibles, demostrar la buena calidad que tienen sus calles gracias a las continuas labores que se ejecutan durante todo el año y enseñar a turistas y vecinos cómo responder rápida y efectivamente ante ese bordillo que pueda soltarse, esa losa que tiene cierto juego y se mueve o esa jardinera dañada por uno u otro motivo. Se sigue mejorando en definitiva la calidad de vida de marbellíes y visitantes, y se optimiza el trabajo de la Delegación de Obras, con el consiguiente ahorro de recursos humanos.
